Fatima (I)
La lengua materna de Fatima La palabra es el signo distintivo de los seres humanos que permite establecer lazos de comunicación con los demás. El primer idioma que se aprende […]
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La lengua materna de Fatima La palabra es el signo distintivo de los seres humanos que permite establecer lazos de comunicación con los demás. El primer idioma que se aprende […]
La palabra es el signo distintivo de los seres humanos que permite establecer lazos de comunicación con los demás. El primer idioma que se aprende es la lengua materna, el que se adquiere en el núcleo familiar y sobre el que se construye el pensamiento que cimienta la personalidad. Fatima, película dirigida y adaptada por Philippe Faucon, se basa en los poemarios y en la vida de Fatima Elayoubi, una mujer de origen marroquí que llegó a Francia sin conocer el idioma. La cinta recoge el momento de la vida de esta madre en que su hija de 18 años empieza a estudiar medicina, y su hija de 15 años comienza la etapa de obligada rebeldía juvenil.
Faucon propone una mirada donde convergen las distintas experiencias vitales de las tres protagonistas, tres mujeres que afrontan su relación con el entorno de formas muy diferentes, desde el abandono de la cultura natural a la identificación con los valores tradicionales propios. Madre e hijas dialogan a lo largo de toda la película. Intercambian palabras en francés y árabe, buscando el entendimiento y la cohesión, aunque parezcan destinadas a no armonizar del todo en sus conversaciones. Fatima expresa “es por la lengua. Es como si no tuvieran padres. ¿Cómo van a poder hablar con sus padres si no hablan la misma lengua?”. Los pensamientos de Fatima se van filtrando en la narración en los escasos momentos de quietud y soledad que le quedan a esta mujer a lo largo del día. Incapaz de expresar verbalmente todo aquello que tiene que decir, comienza a plasmar sus reflexiones por escrito, única forma de ser ella misma y reconocerse en un mundo que no siente como suyo.
La condición de inmigrante es la seña de identidad de esta madre trabajadora, posición que comparte con tantas mujeres en el mundo, una realidad que el director consigue acercar al espectador hasta el punto de poder identificarse con ella, gracias a una puesta en escena basada en un realismo salpicado de emociones comunes, identificables, compartidas y transitadas por la mayoría. Walter Salles y Daniela Thomas en su corto Loin du 16e (una de las 18 piezas que componen Paris, je t’aime, 2016) cuentan la historia de una madre, también inmigrante, que trabaja todo el día cuidando del niño de una familia acomodada, mientras el suyo pasa el día en la guardería. Ambas mujeres comparten una situación similar: sacrificar todo su tiempo encadenando trabajos para poder mantener a su familia.
Faucon traduce en imágenes las palabras que transitan el alma de Fatima. No hay confusión idiomática, el amor de una madre por sus hijas es lenguaje universal, y en imágenes de Faucon, hermosas estampas de vida y esperanza.
FATIMA
Dirección: Philippe Faucon
Reparto: Soria Zeroual, Zita Hanrot, Kenza Noah Aïche
Género: Drama. Francia, Canadá 2015
Duración: 79 minutos