El triunfador olvidado


Una piscina infinita, exuberantes mujeres en bikini, toda una orquesta latina con maracas, trompetas y timbales. Y un hombre de traje con un violín que ronda por ahí, pintando, tocando y dirigiendo. A ritmo de merengue y con esta imagen tan cliché de los años dorados de Hollywood comienza el documental sobre la vida de Xavier Cugat. El realizador Diego Mas Trelles da un divertido repaso en Sexo, maracas y chihuahuas a la vida del primer español que triunfó allí.

Xavier Cugat nació en Girona en 1900. Su familia se mudó a la Habana cuando tenía cinco años. Allí comenzó a tocar el violín. A los doce se trasladó a Nueva York, donde trabajó en un restaurante como violinista por un plato de comida. Poco a poco se adentró en el mundo del cine, primero tocando como acompañamiento en las películas mudas, más tarde como caricaturista. Hasta que conoció a Rodolfo Valentino, el latin lover de la época, en el rodaje de Los cuatro jinetes del Apocalipsis (Rex Ingram, 1921). Él le ayudó a instalarse en Hollywood y debió servirle de inspiración, pues Cugat explotó al máximo el tópico del hombre latino: mujeriego, divertido y un poco canalla.

Entre matrimonio y matrimonio -se casó cinco veces- fue logrando el éxito. Primero amenizando con su orquesta las noches de Hollywood, más tarde como parte de películas musicales con grandes presupuestos, alguna tan kitch como Escuela de sirenas (George Sidney, 1944). Fue un hombre polifacético: dirigía la orquesta, componía, tocaba el violín y el piano, actuaba, hacía caricaturas, y descubría estrellas de la talla de Frank Sinatra, Rita Hayworth, Abbe Lane o Woody Allen. Apodado por muchos «Cugui», Xavier Cugat se convirtió en una marca y en una leyenda de la meca del cine.

Sexo, maracas y chihuahuas es un recorrido por la pintoresca vida de Cugat, divida entre sus cinco matrimonios, sus éxitos musicales y sus últimos años, cuando se convirtió en un excéntrico repatriado y se asentó en el Ritz de Barcelona. A través de la música que compuso y dirigió, de imágenes de archivo y fotografías, el director catalán reivindica su figura.

Isabel Coixet, Chucho Valdés, Javier Gurruchaga, los historiadores cinematográficos Jesús García de Dueñas y Roman Gubern, o el editor del libro Yo Cugat, mis primeros 80 años, Eduard Fornés, son algunos de los encargados de confirmar y desmentir la vida y hazañas de este catalán de ojos achinados y bigote de galán. El resultado es un documental estupendo con el que es imposible no pasárselo bien. Lleno de música, anécdotas, mujeres hermosas y chihuahuas, el realizador sabe retratar a Cugat en todas sus facetas, sin que decaiga el ritmo y sin mitificar su figura. Se muestra lo bueno y lo malo en una historia no cronológica, donde el protagonista indiscutible es Xavier Cugat, el personaje y la persona.


Xavier Cugat con Abbe Lane, su cuarta mujer, en un fotograma de la película ‘Susana y yo’
Xavier Cugat con Abbe Lane, su cuarta mujer, en un fotograma de la película ‘Susana y yo’

 


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SEXO, MARACAS Y CHIHUAHUAS

Dirección: Diego Mas Trelles

Género: Documental, musical, España, 2016

Duración: 87 minutos

 

 

 


 

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