El creyente (La prière)
La salvación paradójica Santiago Alonso El creyente es una película con la que Cédric Kahn pretende radiografiar seria y detalladamente no uno, sino dos procesos. Y el gran riesgo que […]
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La salvación paradójica Santiago Alonso El creyente es una película con la que Cédric Kahn pretende radiografiar seria y detalladamente no uno, sino dos procesos. Y el gran riesgo que […]
El creyente es una película con la que Cédric Kahn pretende radiografiar seria y detalladamente no uno, sino dos procesos. Y el gran riesgo que asume está condicionado por el hecho de querer aunar ambos en un mismo relato. La película comienza con el ingreso del joven toxicómano Thomas en una comunidad católica rural donde otros chicos como él intentan rehabilitarse de sus fuertes adicciones a través del trabajo y de un recogimiento espiritual basado en rezar a menudo y en cantar muchas canciones sobre la salvación si se sigue la senda de Dios. Desde las primeras secuencias, Kahn lo expone a las claras: por un lado, va a contar paso a paso el intento de desintoxicación del muchacho; por otro, el progresivo acercamiento de este a la fe como persona que antes no la tenía. Y el cineasta asume, con la consecuencia estilística que eso conlleva, una mirada desde la neutralidad más absoluta.
Sin duda el alejamiento objetivista sirve como herramienta cuando se quiere observar un comportamiento humano, pero no tanto cuando hay que llevar a la pantalla una redención que pasa por el camino de la trascendencia hacia lo divino. Es algo que se evidencia durante la capital secuencia de Thomas perdido en la montaña, planteada como una cita significativa de Stromboli de Roberto Rossellini, una película cuya interpretación final, además, no es necesariamente católica. ¿Con eso basta para trasmitir el nacimiento de una inquietud espiritual? Posiblemente no. Y es que se dan demasiadas paradojas y desajustes en el trabajo de Kahn, alguien que, por cierto, se define agnóstico. Porque muy peculiar resulta su propósito humanista cuando lo aplica a aspectos del hecho religioso y su dogma que no admiten distanciamientos: véase, por ejemplo, el personaje de la desagradable monja interpreta Hanna Schygulla, dispuesta no solo a repartir sonrisas beatíficas, sino también deplorables castigos a tortazos.
EL CREYENTE
Dirección: Cédric Kahn.
Intérpretes: Anthony Bajon, Àlex Brendemühl, Hanna Schygulla, Damien Chapelle.
Género: drama. Francia, 2018.
Duración: 107 minutos.