La herida (The Wound)
Ritos de Castración Jesús Cuéllar La herida, primer largo del sudafricano John Trengove y seleccionada para competir en los Óscar por su país, se inicia con la imagen de una […]
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Ritos de Castración Jesús Cuéllar La herida, primer largo del sudafricano John Trengove y seleccionada para competir en los Óscar por su país, se inicia con la imagen de una […]
La herida, primer largo del sudafricano John Trengove y seleccionada para competir en los Óscar por su país, se inicia con la imagen de una catarata que podríamos ver en cualquier folleto de viajes por África. Pero esa imagen trilladamente lírica es sólo un espejismo, porque, formalmente, lo que caracteriza esta película es la aspereza expositiva y la práctica ausencia de tono lírico.
Los encuadres parecen vacilantes; las tomas, cámara en mano, a veces se dirían de un director amateur, y las interpretaciones de sus protagonistas, como corresponde a hombres corrientes, sin refinamiento alguno, reducen la gestualidad al mínimo. El desarrollo de la cinta demuestra que esa factura «tosca» responde a una vocación de estilo y que encaja a la perfección con la trama: la iniciación ritual a la madurez y la hombría de un muchacho de ciudad que no transcurrirá por los moldes ancestralmente establecidos, ya que en ella chocarán violentamente la tradición y la modernidad, el mundo rural y el urbano, sobre el campo de batalla del papel atribuido al varón.
Los personajes de La herida, tanto el joven «iniciado» como los encargados de custodiar y guiar su tránsito a la edad adulta, se encuentran en la tesitura de acatar las normas establecidas o de arriesgarse a romper con ellas. Al primero, el acomodado joven que ha de acceder a la plena posesión de su virilidad, su padre lo saca de su contexto urbano para imponerle un rito tradicional que parece que ya sólo practican los pobres y que al muchacho le resulta totalmente ajeno. Los segundos son hombres de campo que, mal que bien, al menos aparentemente, viven de acuerdo con lo que su conservadora sociedad espera de ellos. En este sentido, el conflicto planteado por la película de Trengove se asemeja a los de otros referentes del cine sobre identidad de género como Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005) o Moonlight (Barry Jenkins, 2016), con los que se la ha comparado. Pero nada hay aquí de la estilización visual de la primera, donde los grandiosos paisajes estadounidenses acentuaban el dramatismo romántico de un amor imposible. En La herida¸ los paisajes rurales de Sudáfrica, salpicados de torres eléctricas, parecen tan abandonados a su suerte como los propios personajes. Tampoco encontramos aquí el aire de parábola paterno-filial, un tanto inverosímil pero positiva, de la película de Barry Jenkins. En La herida, los padres, reales o putativos, no salen especialmente bien parados.
Mediante un argumento de estructura circular en el que poco a poco van encajando las piezas y con sus influencias más localizadas en el neorrealismo italiano que en las grandes producciones de Hollywood, Trengove ha decidido mostrar simultáneamente las presiones internas y externas que sufren unos personajes encerrados en un entorno social y emocionalmente estéril.
Quizá se pueda achacar a La herida un exceso de tremendismo, sobre todo en su tramo final, que poco añade a su discurso. Sin embargo, no cabe duda de que es un filme sólido y complejo que nos habla de una sociedad, la sudafricana, varada en tradiciones que castran la libertad de sus habitantes (masculinos, en este caso). Pero aquí no hay héroes «modernos». No hay una liberación épica de los oprimidos. La propia vida de X, obrero fabril y tutor que debe orientar al joven iniciado al inicio de su nueva etapa, encarna una desasosegante contradicción: la imprescindible liberación de las costumbres sexuales y el abandono de roles atávicos puede llegar de la mano de una modernidad, de una urbanización y un desarrollo económico implacables, que, en otros sentidos, resultan tan alienantes como la propia tradición.
LA HERIDA
Director: John Trengove
Intérpretes: Malusi Bengu, Thando Mgqolozana
Género: Drama. Sudáfrica, Alemania, Holanda, Francia, 2017
Duración: 88 minutos