Feliz día de tu muerte (Happy Death Day)
¿Quién continúa matándome? Santiago Alonso A grandes rasgos, las ficciones que se estructuran según el crimen o la secuencia de crímenes que comete el asesino de la historia contestan a […]
Estrenos, críticas, comentarios de cine y algunas notas sobre las visiones
¿Quién continúa matándome? Santiago Alonso A grandes rasgos, las ficciones que se estructuran según el crimen o la secuencia de crímenes que comete el asesino de la historia contestan a […]
A grandes rasgos, las ficciones que se estructuran según el crimen o la secuencia de crímenes que comete el asesino de la historia contestan a preguntas muy concretas. Si el género negro explora el homicidio, a menudo con connotaciones sociales o mayor calado psicológico, intentando responder a un «por qué lo habrá hecho», las novelas o películas enigma se rigen desde los tiempos de la Edad de Oro de la ficción policiaca inglesa por el juego del whodunit. En cambio, las películas slasher, al introducir el factor de la serialidad como mecanismo indispensable, no plantean un «quién lo hizo», sino la incógnita del «cómo lo hará» un asesino cuya identidad se suele conocer a menudo, en unos actos de violencia casi ritual que se nos mostrará con mayor o menor detalle. Ciñéndose solo a la premisa de generar un entretenimiento basado en el ingenio, Feliz día de tu muerte se presenta como un auténtico slasher enigma. La gran novedad reside en que su trama debe responder a una pregunta muy original.
Atención, Christopher Landon no inaugura ni mucho menos el híbrido entre lógica enigmática y suspense psicópata, pues lo practicaban muy a su manera buena parte de los thrillers all’italiana y asimismo vertebraba la saga Scream, pero su film posee la capacidad de ofrecer una diversión que nunca habíamos encontrado antes en títulos protagonizados por matarifes enmascarados: del whodunit se pasa a una especie de, disculpen ustedes el término improvisado, whostilldunit. La que podría ser una más entre las tantas víctimas femeninas en la típica escabechina cinematográfica que sucede dentro de un ambiente universitario estadounidense – por no faltar, no faltan las estúpidas hermandades, las fiestas demenciales o las promesas de polvete en las habitaciones de la residencia estudiantil –, se convierte de repente en la protagonista absoluta porque la escena de su asesinato es la única que contiene la película. Y no sólo aparece una vez: la joven no puede abandonar la repetición continúa de la jornada que culmina con el terrible momento: en cuanto muere, se despierta y revive desde primera hora de la mañana las mismas situaciones hasta su muerte. ¿Quién la estará matando… tantas veces?
Los lectores no se equivocan si de algo les suenan estas reglas. Han sido tomadas directamente de Atrapado en el tiempo y el reconocimiento del préstamo se hace explicito cuando la protagonista confiesa no conocer el clásico de Harold Ramis. De hecho, aunque se cambie la comedia por el susto y la intriga analítica para descubrir al culpable, las dinámicas de salvación del personaje tampoco varían respecto al referente. Ninguna sorpresa o gracia hay en ese sentido. Para entendernos: la chica comienza siendo una persona detestable. Por lo demás, Feliz día de tu muerte funciona sin mostrar fallos dentro del engranaje formado por indagaciones, pistas y sorpresas. Su aparato lúdico luce con total intensidad. ¿Se le puede pedir más? La verdad es que su límite es ni más ni menos el que siempre definía a la mayoría de las intrigas juguetonas, pero sin poso de Agatha Christie.
FELIZ DÍA DE TU MUERTE
Dirección: Christopher Landon.
Intérpretes: Jessica Rothe, Israel Broussard, Ruby Modine, Charles Aitken.
Género: terror. Estados Unidos, 2017
Duración: 97 minutos.