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Este cuerpo no es el mío

Odiosamente apodado por la prensa occidental como “el nuevo Miyazaki” –aparte de una boba reducción, supone la negación de una identidad autoral propia–, Makoto Shinkai ha experimentado de forma muy precoz un enorme ascenso en pocos años de carrera. Su nuevo trabajo, Your name, ha superado precisamente al clásico de Miyazaki El viaje de Chihiro (2001) como película de animación japonesa más taquillera de todos los tiempos, hasta el extremo de que Shinkai, abrumado, llegó a pedir al público que dejase de ir a verla porque no le parecía tan buena. Con la mayor parte de su filmografía exquisitamente rescatada ahora en España por Selecta Visión, el director se ha ganado a lo largo de más de una década un lugar especial entre los aficionados al anime, gracias a la belleza de sus trazos, la muy singular melancolía que recorre cada una de sus piezas y una gran habilidad dramatúrgica para levantar buenas y curiosas historias recurriendo a elementos poco usuales. Las magistrales, amén de tristísimas, Cinco centímetros por segundo (2007) y El jardín de las palabras (2013) son dos extraordinarias muestras de su particular sensibilidad: respectivamente, una reflexión sobre la erosión de la memoria a partir de un detalle tan liviano como la velocidad a la que caen las hojas de un cerezo en flor, y una parábola sobre la necesidad de seguir avanzando (¡aunque con final sorpresa!) a través del acercamiento entre una chica paralizada por la depresión y un chico que sueña con hacer zapatos.

Your name supone una nueva incursión del animador en uno de sus géneros habituales, la ciencia-ficción, tejiendo esta vez un argumento con paradojas temporales, intercambios de cuerpo y ritos místicos donde el advenimiento de un cometa a un pequeño pueblo sirve de hilo conductor. Ciudad y pueblo, modernidad y tradición, masculinidad y feminidad, se entrecruzan cuando un estudiante de Tokio y una estudiante del Japón rural despiertan cada uno en el cuerpo del otro, fenómeno que se irá repitiendo alternantemente durante varios días. Esta vez con más dosis de comedia de las habituales, Shinkai pone nuevamente la trama al servicio de sus temas clásicos: la comprensión del Otro como vía de enamoramiento, el tiempo como agente devastador y el recuerdo como arma para combatirlo.

Hay algo genuinamente adolescente en los trabajos de Makoto Shinkai –sin que deba esto entenderse, ni mucho menos, como algo peyorativo–, quizá derivado de su interés por el paso a la edad adulta como encrucijada donde se decide si renunciar o no a la inocencia romántica. Aunque también se le ha comparado con Isao Takahata, el director de La tumba de las luciérnagas (1988), el regusto amargo de la animación de Shinkai viene de una fuente distinta: en su obra, de lo que se trata es de buscar la emoción no a través de la excelencia artística, sino abrazando y celebrando los rasgos más destacados del anime popular, su épica, las canciones más grandes que la vida, la fusión entre los paisajes y la psicología de los personajes, o incluso una apuesta por lo kitsch vacía de toda ironía. En Your name, Shinkai asume el reto de convertir lo que, en el fondo, no deja de ser un minimalista relato de descubrimiento juvenil (el reconocimiento de uno mismo en alguien ajeno) en una superproducción con acción y aventuras, logrando conciliar momentos de auténtico espectáculo visual y narrativo –ojalá más blockbusters tuvieran el sentido de la maravilla que tiene el clímax de esta película– con sus inquietudes habituales sobre el paso del tiempo y el amor como experiencia individualizadora, transformadora y diferencial. Un Shinkai más simpático y menos oscuro que en otras ocasiones, agradecidamente entregado al placer mainstream sin renunciar a su toque personal.

YOUR NAME (Kimi no na wa)

Dirección y guion: Makoto Shinkai.

Género: animación. Japón, 2016.

Duración: 106 minutos.