Madame Marguerite (Marguerite)
No es habitual llorar dos veces en una película: al principio de la risa y al final, de la congoja. ‘Madame Marguerite’ (Marguerite), la nueva película de Xavier Giannoli lo logra.
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No es habitual llorar dos veces en una película: al principio de la risa y al final, de la congoja. ‘Madame Marguerite’ (Marguerite), la nueva película de Xavier Giannoli lo logra.
No es habitual llorar dos veces en una película: al principio de la risa y al final, de la congoja. Madame Marguerite (Marguerite), lo nuevo de Xavier Giannoli (Superstar, Crónica de una mentira, Chanson d’amour) lo logra. Y consigue que las lágrimas broten con un mismo recurso: una mujer de mediana edad entonando cual gata en celo una desafinadísima aria Der Holle Rache -popularmente conocida como el aria de la Reina de la noche-. La conocidísima pieza de La Flauta Mágica tan mal interpretada provoca una risa tal que saltan las lágrimas, lágrimas que resbalan por las mejillas del espectador al escuchar esa misma aria al finalizar el filme. Y este efecto se produce gracias a Catherine Front.
La actriz da vida a Marguerite Dumont, una aristócrata aficionada a la ópera que sólo canta para un reducido grupo de amistades en galas benéficas. En una de estas reuniones se cuela el crítico Lucien Beaumont (Sylvain Dieuaide) que alaba su talento musical como sólo puede hacerlo un joven del París de 1920: burlándose de la forma más irónica.
La sátira de un bohemio se convierte en el motor que dará vida a la triste Madame Marguerite, que a partir de ese momento se empeña en crear un gran espectáculo que la presente al mundo. Obcecada, contrata a toda una troupe de bohemios parisinos, encabezado por un profesor de ópera en horas bajas, que la ayudan y alaban en su empeño mientras destroza los tímpanos a base de notas mal cantadas. Pero, aunque no da una nota, nadie se atreve a romper su ilusión por distintas razones.
Inspirada en la vida de Florence Foster Jenkins, la película logró en su primera semana en Francia el primer puesto en taquilla. Parte de su triunfo se debe a la soberbia actuación de Catherine Front como Madame Marguerite, la cual le valió el César a la Mejor Actriz. Front enamora con su personaje y logra que el espectador se meta de lleno en la historia. El público sufre y padece con Marguerite. Quiere que cante frente al público y haga realidad su sueño, a la vez que teme el momento en el que hará un tremendo ridículo con esos gorgoritos de violín desafinado.
Madame Marguerite es un cuento de hadas, y como todo buen cuento, encandila con personajes, escenas y paisajes del París de los años 20 relatados con una simplicidad que se antepone a los barrocos decorados. La única pega a la obra de Xavier Giannoli es el personaje de Christa Théret, Hazel. Una gran cantante de ópera a la que le da por dedicarse a las artes escénicas modernas de principios de siglo y que protagoniza un playback aún peor que los desafines de Front. Sus primeros planos son los únicos momentos que te sacan de una historia muy bien hilada y con una gran banda sonora clásica.
MADAME MARGUERITE
Dirección: Xavier Giannoli
Guion: Xavier Giannoli, Marcia Romano
Intérpretes: Catherine Frot, Christa Théret, André Marcon, Michel Fau, Sylvain Dieuaide.
Género: Drama Musical. Francia, 2015
Duracion: 127 minutos
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