Luces de París (La ritournelle)

Parábola de la pastorcilla

Hacia el último tercio de Luces de París, en un momento muy revelador de la trama, el ganadero que cría vacas charolesas e interpreta Jean Pierre Darroussin deambula sin rumbo por París y acaba ante el cuadro La vuelta del rebaño de Charles Sprague Pearce (obra que en la vida real se halla en el Museo Franco-Americano de Château de Blérancourt). La pastorcilla torna a casa al atardecer. Aparece de perfil, llevando una vara y un bucarillo, la capa sobre los hombros y la mirada perdida, sin mostrar una emoción especial. Las ovejas caminan igualmente resignadas, el cielo es gris.

Sin que detallemos más en estas líneas el significado que la contemplación le supone al personaje ni, más allá, su significado respecto al momento del desenlace, podemos decir que la pintura condensa el motor argumental de la última cinta de Marc Fitoussi, cuarto largo en su filmografía y primero en llegar a nuestros cines: la crónica de un intento de fuga por parte de quien renunció a sus sueños y se impulsa a traspasar los horizontes, un matrimonio y un campo que le impiden la apertura al mundo, cuando atisba la última oportunidad para poder hacerlo. La pastorcilla es Isabelle Huppert, la esposa del criador, y su huida, tres días de estancia en París a la búsqueda de aventuras, tendrá mucho de autodescubrimiento y saboreo del presente.

Señalar que la actriz copa e ilumina la pantalla, no supone una sorpresa. Su caracterización casi bovariana, casi parodia amable de mujer de novela decimonónica, supone el único aliciente dentro del filme, bastante tosco en lo concerniente a la realización y al desarrollo dramático. Y aunque Fitoussi muestre cierto saber hacer radiografiando realidades sociales, el ruralismo fuera del estereotipo, y una (aparente) benevolencia hacia la emancipación, el mensaje termina aprobando abrumadoramente lo conservador. La vuelta del rebaño. Cambiemos el título del cuadro. La preposición de por la preposición a. Y la palabra rebaño por otra más precisa todavía. Redil.