El nuevo Nuevo Testamento (Le tout nouveau testament)
Dios existe y es un cascarrabias que vive en Bruselas El supuesto fantástico que da comienzo a esta película de Jaco Van Dormael es una premisa como la de varias […]
Estrenos, críticas, comentarios de cine y algunas notas sobre las visiones
Dios existe y es un cascarrabias que vive en Bruselas El supuesto fantástico que da comienzo a esta película de Jaco Van Dormael es una premisa como la de varias […]
El supuesto fantástico que da comienzo a esta película de Jaco Van Dormael es una premisa como la de varias comedias hollywoodenses de las últimas dos décadas-muchas de ellas protagonizadas por Adam Sandler-, pero igualmente interesante y efectiva: Dios (Benoit Poelvoorde) existe, es belga, y es un cascarrabias que no se despega del ordenador. Partimos de un “mundo dado” o microcosmos que es esta ciudad belga donde, bajo este supuesto de la ciencia ficción y la fantasía, nada nos sorprende: a partir de ahí, todo lo que ocurra será verosímil.
Este apartamento del centro de Bruselas es, pues, el centro del universo. Dios está amargado y se dedica a fastidiar a las personas, cuyo mundo controla desde una maqueta que tiene en el salón, sobre la que si quiere, por ejemplo, hace llover con una regadera. Pero, sobre todo, controla a los seres humanos desde su ordenador, donde teclea reglas del tipo de la ley de Murphy, riéndose para sí. Regla: no importa la fila que te toque pero siempre será la que vaya más lenta. Regla: si se te cae la tostada, será el lado de la mermelada el que dé en el suelo…
Su esposa (Yolande Moreau), diosa también, no tiene grandes ocupaciones, se dedica a bordar y a coleccionar tarjetas de equipos de béisbol. En cambio, su hija pequeña, Ea (Pili Groyne), de unos diez años, es muy despierta y empieza a tomar conciencia de la situación (a empoderarse…). Dios, como padre, le advierte que no se aloque como le pasó a su hermano (uno de tantos guiños cómicos dirigidos a Jesucristo). Pero Ea en ese sentido es más parecida a Jesús que a su padre; buscará unos discípulos (seis) y creará un “nuevo Nuevo Testamento”. Pero para que esto funcione, antes tendrá que liberar al mundo de la tiranía del padre.
Ea, como acto de rebelión, y para que la humanidad ya no mire hacia Dios en busca de certidumbres, lo que hace es enviar a todas las personas del mundo un mensaje de texto donde se detalla el tiempo de vida que a cada uno le queda: revela vía SMS las fechas de la muerte de cada cual. Al principio, todos piensan que es broma, pero cuando las predicciones comienzan a cumplirse, se dan cuenta: era verdad. Para algunos, no significa nada, pero para otros, supone un cambio de vida radical. La mayoría pierde el interés en Dios. Mientras tanto, Ea busca a sus seis discípulos, entre los que se encuentran una señora de la alta burguesía (Catherine Deneuve), un asesino, un adicto al sexo, un niño enfermizo… Cada cual más enloquecido y disparatado que el anterior.
Al conocer todas las personas la fecha de su muerte, el orden en el mundo es otro muy distinto. Se celebran fiestas de despedida, y en general el ambiente es optimista, como también lo es el tono de la película, en la que, por cierto, no se cuestiona en ningún momento la fe. Algunos hablarán de blasfemia, pero por lo general, los supuestos católicos permanecen intactos. Se trata de una visión revisionista, no tanto apócrifa ni anti dogmática. La cuestión principal que está debatiendo Van Dormael con esta cinta se resume en el conflicto entre el determinismo y el libre albedrío; algo que desde el Concilio de Trento, ya por el siglo XVI, ha venido preocupando a los religiosos. Aunque no sólo, pues también es el eterno debate de la filosofía, concretamente de la parte que corresponde a la ética. La cuestión es que al “conocer la fecha de la muerte” las personas se liberan de cierta responsabilidad moral-hagan lo que hagan, su destino está trazado-, y es por ese motivo que ya no precisan de Dios.
Hay que destacar la maestría con la que se mantienen la tensión dramática y la energía cómica de la historia. Se trata de una excelente labor de producción con la que Jaco Van Dormael probablemente repita el éxito que ya obtuvo con Sr. Nadie. Por el momento, es candidata por Bélgica al Óscar para Mejor Película Extranjera.
EL NUEVO NUEVO TESTAMENTO
Dirección y guion: Jaco Van Dormael
Intérpretes: Benoit Poelvoorde, Yolande Moreau, Pili Groyne, Laura Verlinden, Didier De Neck, Serge Lariviere, Francois Damiens, Catherine Deneuve
Género: Comedia. Bélgica-Francia-Luxemburgo, 2015.
Duración: 113 minutos