La humanidad sitiada

Cristina Aparicio Miranda


En el primer largometraje del realizador Jafar Panahi, El globo blanco (Badkonak-e Sefid, 1995), una niña persigue su deseo de conseguir un pez dorado, una tradición iraní que conmemora el primer día de primavera. La cinta muestra cómo la inocencia y la ilusión, características propias de la infancia, son las emociones con que afrontar la cotidianidad, consiguiendo universalizar una tradición al convertir ese pez dorado en un símbolo de esperanza. En Last Men in Aleppo, documental estrenado en la plataforma Filmin, se recurre a la misma simbología: uno de los protagonistas, Khaled Omar Harrah, en medio de un patio derrumbado, construye un estanque que llena de peces, con la confianza de poder criarlos y venderlos en el mercado. A lo largo de todo el documental, se suceden los momentos en que la esperanza le gana la batalla a la inminente muerte: es un sentimiento que acompaña a la destrucción que muestran las imágenes y que se hace presente en los diálogos entre sus protagonistas, donde hacen explícitas sus dudas y temores, pero también su determinación por quedarse en Siria.

Al igual que sucedía en el documental dirigido por Orlando von Einsiedel, Cascos Blancos (The White Helmets, 2016), los realizadores Firas Fayyad y Steen Johannessen también se adentran en las vivencias de este grupo de ayuda humanitaria que opera en la región siria para abordar la situación desde el punto de vista de tres de sus integrantes. Con la mirada puesta en la rutina de este grupo de voluntarios civiles, la narración se convierte en un retrato de la heroicidad, la entrega desinteresada y la capacidad de supervivencia que pueden darse en el ser humano. Mientras que en la cinta de von Einsiedel se establecía un tono mucho más convencional con los testimonios narrados de los cascos blancos, en Last Men in Aleppo la cámara se introduce en los espacios de intimidad de sus protagonistas, haciendo visibles para el espectador las dinámicas familiares y sociales que se dan entre escombros y bombardeos constantes. De las panorámicas generales (que muestran la ciudad en ruinas), se pasa a planos cerrados en el momento de los rescates, una decisión de estilo con que individualizar el relato y personalizar las acciones.

Con la búsqueda de un testimonio lo más veraz y fiel a la realidad posible, Fayyad y Johannessen aciertan al construir una narración sin intervenir en ella, rehuyendo cualquier comentario directo a cámara, convirtiéndose en meros espectadores del conflicto, pero con vocación de denuncia. En este sentido, destaca la elección del material para la construcción del relato que, tras tres años de grabación, contiene episodios de gran impacto y crudeza, momentos de frustración y de tensión, pero también otros que dan sentido a la labor humanitaria de los cascos blancos.

Todo se desmorona en Alepo. Mientras mirar al cielo se convierte en condena y el ir a jugar al parque en una actividad de riesgo supervisada, un hombre llena su estanque de peces entre risas y bromas. Es en ese momento cuando este hombre (conocido como “el héroe de Alepo”), después de rescatar a un bebé con vida de entre los escombros, es capaz de inmortalizar la esperanza. Y es que hasta el último aliento la vida está repleta de planes, ilusiones, deseos que alcanzar. Quizá esa imagen, la de quien cuida de unos peces en un campo de batalla, funciona como analogía perfecta que sirve para explicar el comportamiento de esos civiles que, incapaces de abandonar su país por voluntad propia, entregan su vida en cada rescate porque saben que el valor de todos los seres humanos está condensado en cada instante de su existencia.


El documental LAST MEN IN ALEPPO  está disponible en Filmin



LAST MEN IN ALEPPO

Dirección: Steen Johannessen,  Firas Fayyad

Género: Documental. Dinamarca, 2017.

Duración: 110 minutos

Disponible en la plataforma Filmin

 


 

 

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