Los Cousteau


Aviso para navegantes (y buceadores) de vidas ajenas: aunque la publicidad presente Jacques como película biográfica de manual, su construcción narrativa prescinde de hacer listado sin más de hechos en la vida del icónico aventurero marino Jacques-Yves Cousteau y toma como base las relaciones a lo largo de los años entre éste (Lambert Wilson) y su hijo Philippe (Pierre Niney). Dos son los protagonistas, pues, y muy a partes iguales, dentro de un relato que analiza a todo un mito de la cultura popular – a quien los espectadores más jóvenes quizás tan solo les suene por la parodia-homenaje hecha por Wes Anderson en Life Aquatic (2004) –, poniéndolo en relación con los ambientes en los cuales ejercía de centro motor, la familia y sus actividades en torno a la exploración de los océanos a bordo del buque Calypso.

También aparecen Albert Falco (Vincent Heneine), el submarinista-jefe de las expediciones, y la esposa Simone (Audrey Tautou), un personaje muy interesante sobre el que seguramente se ha puesto la luz adecuada por vez primera. Sin embargo, es la figura del hijo menor del comandante la pieza elegida por Jérôme Salle para activar unos conflictos que marcarán el desarrollo dramático de un utopista que, a fin de poder sufragar los gastos de su odisea personal – el título original de la película es ese, L’odyssée –, se pasó al lado oscuro cuando trabajó al servicio de petroleras o hizo uso infame de animales pensando sólo en el material que había que rodar. Principal cineasta de las películas del padre y alguien comprometido con la conservación del medio ambiente, Philippe funciona en la narración como piedra de toque que verifica la impureza del mito y, al mismo tiempo, como reactivo del ecologismo por el cual se acabó significando más tarde Cousteau.

Sin soslayar la faceta de experto manipulador de las personas más cercanas ni la tendencia al derroche del biografiado, el director muestra admiración por alguien que, precisamente, supo admitir sus errores y modificar su relación con la naturaleza. Jacques es una cinta que no consigue evitar ciertos mecanismos rutinarios del género biopic, pero al final huye con efectividad de la estandarización. Ante la excesiva simplicidad que imprime a veces al plano narrativo, Salles sabe contraponer los deleites de la contemplación en las numerosas filmaciones subacuáticas, y plasma una idea ya desde la secuencia inicial, en la que el hidroavión de Philippe se precipita hacia el mar, y que repite a menudo hasta el epílogo: los silencios, las vastedades y las libertades especulares que ofrecen cielo y océano.



JACQUES

Dirección: Jérôme Salle

Intérpretes: Lambert Wilson, Pierre Niney, Audrey Tautou

Género: biográfico,Aventuras. Francia, 2016

Duración: 122 minutos.

 


 

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