I am not your negro
Por los que han seguido cayendo Destrozado por haber visto cómo mataban a Medgar Evers, Malcolm X y Martin Luther King, todos más jóvenes que él, el escritor James Baldwin […]
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Por los que han seguido cayendo Destrozado por haber visto cómo mataban a Medgar Evers, Malcolm X y Martin Luther King, todos más jóvenes que él, el escritor James Baldwin […]
Destrozado por haber visto cómo mataban a Medgar Evers, Malcolm X y Martin Luther King, todos más jóvenes que él, el escritor James Baldwin intentó redimir parte de su inconsolable sentimiento de culpa, por un lado, incrementando su actividad en la lucha por los derechos civiles de las personas negras y, por otro, proyectando un ambicioso libro que capturase con fidelidad los postulados de sus compañeros caídos y su experiencia revolucionaria. El libro se llamaría Remember this house y, a la muerte de Baldwin en 1987, solo llegaría a abarcar treinta páginas de manuscrito. La impecable manera en que ahora el documental I am not your negro las ha devuelto a la vida resulta difícilmente mejorable, si bien cabría desear que los motivos por los que se ha hecho fueran distintos: más que como una joya arqueológica que disfrutar y admirar, el alegato de Baldwin contra la xenofobia mantiene la vigencia del tiempo en que se escribió porque, tristemente, hemos cambiado muy, muy poco.
Raoul Peck, que ha orientado toda su carrera cinematográfica hacia la justicia social –en su filmografía encontramos un documental y un biopic sobre la figura de Patrice Lumumba, una película para HBO sobre el genocidio ruandés u otros trabajos de diversos formatos sobre la política en Haití, su país de origen, del que llegó a ser ministro de Cultura–, recoge las palabras del autor de Ve y dilo en la montaña (1953) alternando imágenes de archivo de la época con imágenes de ahora que, sí, encajan perfectamente. Nominada al Óscar a Mejor Documental en la última edición de los premios, la película no solo compartía categoría con otro excelente trabajo de igual temática, Enmienda XIII (Ava DuVernay, 2016), sino que además compartía gala con dos largometrajes como Figuras ocultas (Theodore Melfi, 2016) y Fences (Denzel Washington, 2016), consecuencias indudables del enorme clamor que se viene escuchando de forma ininterrumpida en Estados Unidos desde, aproximadamente, el asesinato del joven negro de 17 años Trayvon Martin en 2012. Después de Trayvon, vendría Eric Garner, muerto de asfixia durante una agresión policial. Después, Michael Brown, a tiros por otro policía. Y las protestas de Ferguson. Y su brutal represión.
Todo esto aparece entre el material cuidadosa e inteligentemente seleccionado por Peck, que a su vez, con la recopilación de imágenes de los años sesenta, nos permite identificar en nuestro presente inmediato comportamientos y actitudes que parecían muertos y enterrados. No es necesario irse a Baltimore para reconocer algo así: en España podemos dar fe de que implicar a niños en discursos de odio y exclusión no es algo único del lugar y la época, aunque entonces los fascistas no alquilaran autobuses. Un contenido Samuel L. Jackson es el encargado de recitar, ejemplarmente, las palabras de Baldwin a lo largo de una película extraordinariamente orgánica, enérgica y agresiva: la contraposición entre en una escena de la comedia (blanquísima) de Rock Hudson y Doris Day Pijama para dos (Delbert Mann, 1961) y un encadenado de imágenes de negros ahorcados es una buena muestra de la osadía de un trabajo que, por tener clarísimo su lugar en el aquí y el ahora, sencillamente no está para monsergas. Un brutal grito de vida contra la masacre racista y su impunidad.
I AM NOT YOUR NEGRO
Dirección: Raoul Peck.
Guion: James Baldwin.
Género: documental. Estados Unidos, 2016.
Duración: 93 minutos.