María (y los demás)
La princesa destronada Lev Tolstoi iniciaba Anna Karenina (1877) proclamando que todas las familias felices se parecen, pero que cada «familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada». Para […]
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La princesa destronada Lev Tolstoi iniciaba Anna Karenina (1877) proclamando que todas las familias felices se parecen, pero que cada «familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada». Para […]
Lev Tolstoi iniciaba Anna Karenina (1877) proclamando que todas las familias felices se parecen, pero que cada «familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada». Para poder dar la razón o no al clásico ruso tendríamos que saber si es posible una «felicidad familiar», es decir, colectiva y compartida, y, yendo más al fondo del asunto, plantearnos qué entendemos por familia en los escurridizos tiempos actuales.
En ese escenario familiar en el que (casi) todos estamos constantemente inmersos, y que unas veces es campo de batalla y otras (relativo) remanso de paz, es donde se desarrolla María (y los demás), primer largo de Nely Reguera. El enfoque elegido es aparentemente ligero, con ciertas dosis de comicidad, y nos habla de María (Bárbara Lennie), una treintañera que, por una mezcla de responsabilidad, generosidad e inercia, ha acabado haciéndose cargo de su padre, viudo y enfermo. Sin embargo, de repente, María se topa con una realidad inesperada: su padre, ya sano, está tan dispuesto a seguir viviendo sin la tutela de su hija como sus despreocupados hermanos.
Cuandola la web Cineuropa le preguntó cómo había afrontado su película, Reguera señaló que «la historia es un pequeño drama que había que contar desde el humor, y cuidarlo mucho, pues si dramatizábamos nos lo cargábamos todo». Hacia esa misma dirección, casi de disculpa por recurrir a la comedia, parecía apuntar la directora alemana Maren Ade en una entrevista reciente concedida a El Cultural de El Mundo, al hablar de su película Toni Erdmann: «El realismo puede volverse aburrido, así que tratamos de encontrar algo nuevo».
En el excelente y premiado corto Pablo, Nely Reguera ya había mostrado su interés en las relaciones paterno-filiales y fraternas, vistas desde el punto de vista de una hija que se siente obligada a fomentar el reencuentro entre su padre y su hermano, recluido en un centro psiquiátrico carcelario (interpretados, respectivamente, por José Ángel Egido y Pablo Derqui, también padre y hermano de la María del presente largometraje). En su ópera prima, Reguera vuelve a retratar con respeto e inteligencia a sus personajes, prestando atención, sobre todo con planos cortos y medios, a la interacción de sus miradas, sin estridencias visuales. Por su parte, Bárbara Lennie, que lleva el peso dramático del filme, modula mejor la voz y contiene las efusiones de sentimentalismo que lastraban algunas de sus interpretaciones teatrales (Misántropo de Moliére o Veraneantes de Gorki), consiguiendo ante la cámara dotar de matices a un personaje de registro un tanto monocorde.
María (y los demás) nos muestra a mujeres que llevan, a veces a su pesar, el timón de la familia, y que también se dejan atrapar por los peajes de ese poder. También vemos a hombres inmaduros, de trazo un tanto grueso, que se esconden tras sus mujeres para no afrontar las realidades que los incomodan. En este sentido, la reflexión sobre la felicidad familiar y sobre la propia familia como institución que plantea el film de Reguera adopta un punto de vista netamente femenino, porque vemos la realidad a través de los ojos de su protagonista, la atribulada María, y de una directora que, indudablemente, y mediante una minuciosa observación de sus reacciones, muestra el deseo de comprender a su personaje principal y su difícil encaje en una realidad que, como hija, hermana y autoproclamada cabeza de familia, se le escapa de las manos. Y su conclusión parece ser que ellas son más lúcidas y sensibles, y quizá por ello más vulnerables. Sin embargo, la película, sin acabar de despegarse de un predecible costumbrismo, termina reproduciendo el tópico de que las mujeres siempre acaban compitiendo entre sí, preferentemente por sus «hombres», ya sean padres, hermanos o amantes.
MARÍA (Y LOS DEMÁS)
Dirección: Nely Reguera
Intérpretes: Bárbara Lennie, Jose Ángel Egido, Pablo Derqui, Vito Sanz Julián Villagrán
Género: comedia dramática. España, 2016
Duración: 90 minutos