Paulina (La patota)
Setenta veces siete Remake de Ultraje (Daniel Tinayre, 1960) –título español para La patota, algo así como un pelotón de personas que asalta a gente indefensa, en el argot sudamericano–, […]
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Setenta veces siete Remake de Ultraje (Daniel Tinayre, 1960) –título español para La patota, algo así como un pelotón de personas que asalta a gente indefensa, en el argot sudamericano–, […]
Remake de Ultraje (Daniel Tinayre, 1960) –título español para La patota, algo así como un pelotón de personas que asalta a gente indefensa, en el argot sudamericano–, Paulina es el segundo largometraje en solitario del joven Santiago Mitre tras su aplaudida El estudiante (2011). De la misma época que Viridiana (Luis Buñuel, 1961), Ultraje presentaba también un modelo de mujer cuasi mártir cuya ética era cuna de conflicto y transgresión, en este caso al perdonar a los hombres que la violaron frente a la incomprensión de un patriarca y un cónyuge airados. Sorprende el arrojo de su director al versionar todo un clásico del cine de su país, pero la maniobra no tiene nada de capricho arbitrario: Mitre ubica de nuevo la propuesta en zona de controversia, centrando el conflicto de la protagonista (Paulina) con su entorno en la decisión de seguir adelante con el embarazo subsiguiente a su violación, pero, sobre todo, poniendo el acento en la diferencia de clase.
Ultraje se abría con el pasaje del Evangelio según San Mateo en el que Jesucristo emplaza a perdonar las ofensas “setenta veces siete”; resulta muy interesante, a la luz de esto, ver cómo Paulina ha repensado el sustrato cristiano de la cinta original como un sorprendente (y tan provocador, en su contexto, como el otro) idealismo de izquierdas, explicando los pasos de su protagonista aquí no tanto mediante un dogma moral como desde una vocación social. Incómodo y crudo estrictamente cuando tiene que serlo, Mitre no carga las tintas e incluso desde su narrativa, que se permite una cabriola contundente al final de su primer acto, asume la complicada misión de poner al espectador en el lugar de los personajes –en eso consiste la empatía, idea crucial en todo esto–, dejando fuera retóricas discursivas. Paulina es impactante, pero la naturalidad con la que se deshoja, ayudada por la espectacular entrega de una colosal Dolores Fonzi, logra que toda ella transmita realidad.
PAULINA (La patota)
Director: Santiago Mitre
Guion: Santiago Mitre y Mariano Llinás
Intérpretes: Dolores Fonzi, Oscar Martínez, Esteban Lamothe, Cristian Salguero, Verónica Llinás, Laura López Moyano
Género: drama. 2015, Argentina
Duración: 103 minutos