Atlántida Film Fest 2015: Sección (Anti)Propaganda (y II)
Cerramos este repaso en dos tandas a la Sección (Anti)Propaganda del V Atlántida Film Fest con otra buena ración de zeitgeist global: gente muy enfadada con Putin, el batería de […]
Estrenos, críticas, comentarios de cine y algunas notas sobre las visiones
Cerramos este repaso en dos tandas a la Sección (Anti)Propaganda del V Atlántida Film Fest con otra buena ración de zeitgeist global: gente muy enfadada con Putin, el batería de […]
Cerramos este repaso en dos tandas a la Sección (Anti)Propaganda del V Atlántida Film Fest con otra buena ración de zeitgeist global: gente muy enfadada con Putin, el batería de Metallica intentando encarcelar a Internet, inquietantes nuevas revelaciones del Watergate donde Nixon declara que el Imperio Romano y la Antigua Grecia cayeron por culpa de los homosexuales, activista contra el gas metano pidiendo ayuda a surrealista régimen, y surrealista régimen creando una bandera de 270 kilos.
Maidan (2014, Sergei Loznitsa) es, con mucho, la película más discutible del apartado documental en esta edición del Atlántida Film Fest, debido a una decisión formal muy controvertida: ilustrar los acontecimientos ocurridos entre 2013 y 2014 en, como su título adelanta, la plaza central de Kiev –que motivaron la huida a Rusia del presidente electo Víktor Yanukóvich y el inicio de un proceso, con no pocas sombras, que sacaría a Ucrania de la órbita de Putin para colocarla cerca de la Unión Europea– desde una perspectiva tan aparentemente imparcial y objetiva como plantar la cámara en una ventana hacia el Maidan, o frente al escenario, y mostrar simplemente cómo unos manifestantes de los que en realidad no sabemos nada, más allá de que se oponen al Kremlin, gritan consignas, cantan el himno nacional y son reprimidos por las fuerzas del orden. Como testimonio de lo que fueron aquellos días, y como muestra de esa tendencia actual tan de nuestros países democráticos de dispersar disidentes a porrazos y con gas lacrimógeno, tiene obviamente un valor documental insoslayable; pero, en la opinión de este cronista graduado en Periodismo, pretender llevar a cabo un informe político privándolo de contexto y relato de causas, se mire por donde se mire, no puede aspirar a tener ningún rigor ni, sobre todo, ninguna fiabilidad.
Una directora de cine trata de hacer fuerza con sus vecinos para detener la apertura de una mina de gas metano, que emplea el método del fracking, cerca de su residencia en Sidney. Las movilizaciones, sin embargo, son insuficientes, de modo que decide viajar a Corea del Norte para aprender técnicas de propaganda y rodar una película que consiga alertar a sus espectadores del peligro que supone que el proyecto siga adelante. Es la alucinante historia real que recoge Aim High in Creation! (2013, Anna Broinowski), una de las citas imprescindibles en la programación del festival, primero por su relevancia al visitar la propia Broinowski la inauguración en Barcelona para un taller sobre propaganda norcoreana (al que este cronista, de verdad, hubiera amado asistir), y segundo por su agradecidísimo espíritu punk: su planteamiento desenfadado la lleva, por momentos, a ser tan frívola, tan irresponsable, que durante la mayor parte del metraje solo puede verse con fascinación y perplejidad, sostenidas gracias a que, pese a algunas sospechas puntuales, no hay pose en el tono ni en la actitud de la directora ni tampoco condescendencia con las interesantísimas figuras del régimen a las que entrevista. No solo resulta verdaderamente divertida, sino que sabe ser irrelevante como solo las películas relevantes saben que se debe ser, haciendo de lo anecdótico (su premisa, casi enunciada como una boutade) y lo reseñable (que se trata de un modelo de acercamiento al Otro con mucho de lo que aprender, más allá de lo que ya explícitamente enseña sobre la propaganda) un todo único. Había un momento en el episodio ambientado en Corea del Norte del programa En tierra hostil, de Antena 3, donde los reporteros se escandalizaban porque los niños no supieran quiénes son Madonna o Mick Jagger: prepárate para descubrir en Aim High in Creation! que eras tú quién no conocía al auténtico Rey del Pop, Kim Jong-il.
El colofón a los documentales sobre la tiranía más famosa del planeta, estrella total de esta edición, lo pone el cortometraje Village modèle (2014, Hayoun Kwon), curioso trabajo experimental que toma como base una maqueta de la célebre localidad de Kijŏng-dong para ofrecer un inquietante retrato de la dictadura. Kijŏng-dong es un pueblo de Corea del Norte presuntamente desierto, y también un asentamiento militar, diseñado por el régimen con fines propagandísticos puesto que se trata de la única parte del territorio visible desde el sur. Así, la prosperidad que sugieren sus construcciones no son más que bloques de hormigón sin nada dentro, y la actividad que se aprecia la llevan a cabo temporizadores de luz y figurantes a modo de habitantes del pueblo. Un enorme mástil con una bandera de 270 kg (récord mundial) y unos altavoces que, hasta el año 2004, emitían propaganda a todo volumen son los grandes filones con los que su ideólogo, Kim Il-sung, trataba de promover la deserción hacia su país. El cortometraje de Hayoun Kwon coloca una cámara entre las calles transparentes de la maqueta, primero con voces de personas hablando, y después revelándolo vacío y deambulando durante el resto del metraje por sus parajes desiertos, para encontrar que los senderos del terror estatal, muy coherentemente, tampoco se diferencian mucho en su forma de los cuentos de fantasmas.
Cuarenta años después de la investigación del Watergate, el gobierno de Estados Unidos liberó los más de 500 rollos de material Super 8 filmados por gente cercana al presidente Nixon durante sus años de gobierno. La directora Penny Lane –como la canción de los Beatles, sí– se ha encargado de recopilar los highlights de estas cintas y el resultado ha sido la estupenda Our Nixon (2013), documental de comprensible éxito en su país (fue emitido por la CNN, cosechando críticas de todo tipo) que retrata el día a día en el cargo del jefe de Estado y Gobierno más impopular en la historia de la nación. El mayor aliciente de Our Nixon es que muestra el fondo patético y desconocido de la conspiración a través de las conversaciones de Nixon con sus hombres de confianza, hasta generar momentos a la altura de los mejores Coen: por ejemplo, el increíble diálogo en el que justifica su política adversa a las reivindicaciones del colectivo gay explicando que los homosexuales fueron la causa del hundimiento de Roma y Grecia. Una privilegiada y muy entretenida visita a la trastienda de un personaje no por siniestro menos cómico.
Cierra la selección el entretenido y más que competente Downloaded (2013, Alex Winter), sobre el nacimiento, crecimiento y final disolución de Napster, la primera gran red de intercambio P2P. Winter demuestra oficio articulando una película que funciona tanto a la hora de relatar certeramente lo que ocurrió en aquellos días –con imágenes de entonces, entre las que no puede faltar la inolvidable estampa de Lars Ulrich yendo a las oficinas de Napster con los nombres impresos de todos los que se habían bajado el último single de Metallica–, como en el plano más de estudio, consultando a personalidades importantes del mundo de la música (el mítico Seymour Stein de Sire Records, Mike D de los Beastie Boys, Billy Corgan…) sobre el impacto y las consecuencias de un servicio que afectaba de manera directa a los derechos de autor tal y como se habían entendido hasta entonces, sin olvidar el lado humano, al pasar también por la relación entre los creadores de la red, uno de ellos posterior (y breve) presidente de Facebook y accionista de Spotify.