Una segunda madre (Que horas ela volta?)
La invasión del proletariado A raíz del éxito de Ciudad de Dios (2002, Fernando Meirelles), ha proliferado en Brasil un cine conocido comúnmente como «de favelas”, orientado a mostrar la […]
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La invasión del proletariado A raíz del éxito de Ciudad de Dios (2002, Fernando Meirelles), ha proliferado en Brasil un cine conocido comúnmente como «de favelas”, orientado a mostrar la […]
A raíz del éxito de Ciudad de Dios (2002, Fernando Meirelles), ha proliferado en Brasil un cine conocido comúnmente como «de favelas”, orientado a mostrar la pésima situación de las clases bajas (allí denominadas clases D y E) en un país internacionalmente aplaudido en los últimos años, sin embargo, por su enorme crecimiento y expansión económica. Ciudad de Dios aparecía en los últimos momentos del gobierno del socialdemócrata Cardoso, que había aplicado políticas de recortes sociales para encarar la crisis a la que entonces se enfrentaba el país. En las elecciones de octubre de 2002 entraría en el gobierno el Partido de los Trabajadores, con Lula da Silva a la cabeza, y después, desde 2011, Dilma Rouseff, cuyo mayor logro sería, a lo largo de estos años, impulsar la aparición de toda una nueva clase media dentro de esa brecha, antes mucho mayor, entre los muy ricos y los muy pobres. Una segunda madre no es cine de favelas, como la mayor parte de lo que nos llega de Brasil a Europa y a Estados Unidos, pero acaba estando bastante más cerca del género que lo que invitan a adivinar su cartel y su título: quizás en un acto de plena coherencia con el desarrollo de su relato, todo esa imagen amable que transmite se revela como pura fachada, demolida al son de los tambores de guerra de esta nueva lucha de clases que presenta el actual esquema social de Brasil, entre un sector popular emergente y un sector privilegiado que contempla su avance con resignación y desprecio.
La directora y guionista Anna Muylaert –que afirma tomar como punto de partida el cuento Casa tomada (1946), de Julio Cortázar– efectúa en Una segunda madre una alegoría de este escenario en los términos, más propios del cine de terror, de una auténtica invasión doméstica: la estancia temporal de la hija de una criada en casa de los burgueses a los que sirve corromperá la relación de jerarquía establecida durante años entre ambos agentes, cuando la hija resulte no ser la esperada versión en miniatura de la humilde chacha de la familia, sino una joven de envidiable historial académico con un amenazadoramente prometedor futuro por delante, mucho más que el del hijo de éstos. Muylaert sorprende con una puesta en escena de lo más precisa e imaginativa, ilustrando ese resquebrajamiento de las diferencias sociales mediante la introducción de tres primeros planos seguidos, escala inédita hasta entonces en todo el acto inicial, donde la familia había sido retratada desde la distancia. No es la única gran idea: elementos del escenario irrelevantes en un primer momento, como una piscina o una cocina, van adquiriendo nuevas dimensiones simbólicas con el desarrollo de la acción, llegando a convertir la casa en algo cercano a una Arcadia del privilegio que su principal soberana, la matriarca, trata de defender frente a la irrupción de los bárbaros.
Pero quizá lo más efectivo de la propuesta sea el mimo con el que Muylaert trata a sus personajes: en ningún modo son figuras subordinadas a la coyuntura que quiere mostrar, sino que se ven definidos mediante sus actitudes y relaciones. Nada es gratuito, destacando los incómodos momentos de la huésped adolescente con ese padre que parece soñar con restablecer ciertos aspectos del vasallaje medieval, o el que la gestión del cariño maternal recaiga en la criada; si bien puede dar la impresión final, en un último momento, de que existe un exceso de guion, con la apertura repentina de una nueva línea argumental para reforzar una motivación que podría haberse determinado de una manera más sencilla. Su constante capacidad para la sorpresa consigue limar estas asperezas, y consolida un trabajo valioso al nivel del mejor cine social, el que sabe tomar la temperatura de un conflicto político desde lo que lo origina, no los discursos, sino las personas.
UNA SEGUNDA MADRE (Que horas ela volta?)
Dirección: Anna Muylaert.
Guión: Anna Muylaert.
Intérpretes: Regina Casé, Camila Márdila, Karine Teles, Lourenço Mutarelli, Michel Joelsas.
Género: drama. Brasil, 2015.
Duración: 110 minutos.
Entrevista en INSERTOS a Anna Muylaert, directora de 'Una segunda madre'