La profesora de parvulario (Haganenet)
Cuando la poesía está en peligro Yo nunca he visto una película como esta. No imaginé una película israelí que fuera así. La profesora de parvulario del director Nadav Lapid […]
Estrenos, críticas, comentarios de cine y algunas notas sobre las visiones
Cuando la poesía está en peligro Yo nunca he visto una película como esta. No imaginé una película israelí que fuera así. La profesora de parvulario del director Nadav Lapid […]
Yo nunca he visto una película como esta. No imaginé una película israelí que fuera así. La profesora de parvulario del director Nadav Lapid es una historia intimista, una apuesta diferente-tras su debut como director con Policeman en 2011, cinta con la que ganó el premio del jurado en Locarno-, que lo sitúa entre los nuevos talentos del panorama cinematográfico internacional.
En su primera película Lapid ya retrató a una sociedad israelí aquejada de materialismo. Mientras en Policeman los personajes son policías y terroristas, aquí el tratamiento no es frontal, pues la protagonista tiene una vida bastante anodina, y su relación con el ejército es tangencial pero inevitable, como la del común de los israelíes. Nira (Sarit Larry) es profesora de parvulario, aspirante a poeta (participa en un taller de poesía una vez por semana), y tiene dos hijos emancipados: el hijo varón hará carrera en el ejército (por decisión propia, y a pesar de las palabras del padre cuando dice que “hoy en día el ejército es solo para pobres e idiotas”).
Los profesores de parvulario son uno de los pilares que toda sociedad necesita para iniciar a sus ciudadanos; me parece significativo que el director haya ideado su obra, precisamente, en torno a una profesora de niños. Nira es un personaje que no ha renunciado al idealismo porque no ha renunciado a la poesía (prueba de esto es su participación en el taller). Su vida da un vuelco cuando descubre a Yoav (Avi Schnaidman), uno de sus alumnos de cinco años, hasta entonces desapercibido. Al presenciar como el niño, en estado de trance, camina de un lado a otro, al tiempo que recita unos versos que su niñera (Ester Rada) anota en una libreta, se desencadena su obsesión. Yoav es un prodigio, un poeta como lo fue Rimbaud, o un genio precoz como Mozart con la música. Un poeta, pues, de iluminaciones, a quien posee la inspiración divina: el poeta de verdad, el poeta en estado puro. Nira ahora solo ansía cuidar de él, se siente en la obligación de impedir que la sociedad destruya su pureza, junto a su infancia, de aquí a pocos años. En un nivel metafórico, Nira está salvando la poesía de una muerte inminente en la sociedad moderna.
De hecho, Naval Lapid estudió Filosofía en la Universidad de Tel-Aviv. En una entrevista a Filmmaker Magazine habla de la dialéctica entre lo puro y aquello que lo ensucia. En esa misma entrevista le preguntan por sus intenciones críticas hacia el Israel contemporáneo, y este incide en que su obra va más allá de Israel, hacia la Humanidad, pero lo hace desde la situación concreta de su país. La relación trágica entre poesía y materialismo no se inventó en Israel pero en esta sociedad tan reciente y exenta de tradiciones se observa bien. El padre de Yoav pronuncia unas palabras que son clave: a él no le interesa la poesía de su hijo y es algo que no piensa potenciar: no cree en los poetas porque no cree en los fracasados.
Entonces, ¿el cine israelí es antisistema, habla de estética y filosofía del arte, no tiene por qué hacer propaganda de estado? ¿Acaso los prejuicios que envuelven a Israel como una niebla pegajosa ya están superados? La sensación generalizada que resulta de la película es que Israel está cambiando, la sociedad militarizada ya no lo es por determinación sino por rutina, y hay en ella espacio para la autocrítica: la poesía pura está en peligro como si germinara en un lugar imposible, pero aún existe.
Estamos ante una interesante película, no sólo por el guion y la historia que cuenta Lapid (aunque constituyen su principal atractivo), también es sobresaliente cómo se cuenta, heredera de la narrativa de la nouvelle vague. Sarit Larry encarna un personaje desconcertante en el mejor sentido de la palabra, pero todavía lo es más Avi Schnaidman a su corta edad. Salí del cine preguntándome quién escribió los poemas adjudicados a Yoav, ¿es posible conocer la belleza, el amor y el dolor a tan corta edad? Parece que sí, pues son autoría de Nadav Lapid, los escribió de niño.
Dirección: Nadav Lapid
Intérpretes: Sarit Larry, Avi Shnaidman, Lior Raz
Género: drama. Israel, Francia, 2014
Duración: 120 minutos