Solo los amantes sobreviven (Only Lovers Left Alive)
El amor, el dandismo y la guitarra En una habitación desordenada y oscura, mitad estudio de grabación, mitad salón decadentista, Adam recibe a su asistente personal. Trae mercancía de la […]
Estrenos, críticas, comentarios de cine y algunas notas sobre las visiones
El amor, el dandismo y la guitarra En una habitación desordenada y oscura, mitad estudio de grabación, mitad salón decadentista, Adam recibe a su asistente personal. Trae mercancía de la […]
En una habitación desordenada y oscura, mitad estudio de grabación, mitad salón decadentista, Adam recibe a su asistente personal. Trae mercancía de la buena dentro de tres grandes estuches. El músico extrae una a una las joyas vintage de seis cuerdas. Contempla y acaricia los instrumentos con devota actitud. Llega al tercero y comenta que una vez vio a Eddie Cochran tocar una guitarra idéntica. El asistente mira a su jefe, un tipo que aparenta los cuarenta como muchísimo. Aquí hay algo que no va. El músico se da cuenta de la metedura de pata y la apaña diciendo que se refería a un video visto en YouTube. Es la segunda escena de Solo los amantes sobreviven y ante la misma uno ya acaba entregado sin rechistar y sin discusiones, entusiasta cautivo, a los pies de la película.
Seguramente algunos señalen falta de rigor crítico ante un aserto tal. Y algunos otros comprenderán a la perfección el entusiasmo que expresa, la promesa del deleite que experimentarán sus almas, y les bastará con eso para tirarse de cabeza. Al ritmo de un ensordecedor Funnel of Love pasado por ácido, Jim Jarmusch les ha puesto al inicio un vinilo a todos los espectadores y los ha arrojado al remolino que daba vueltas y vueltas y vueltas hacia el interior de la pantalla, hacia un centro donde esperan tumbados y con los ojos cerrados los amantes vampiro, un océano de distancia entre ambos, ella Eva (Tilda Swinton), él Adán (Tom Hiddleston). Cuando los abran, a los presentes les quedarán dos posibilidades. Marcharse o continuar.
Aquel que permanezca le dará la mano a las criaturas de la noche. El paseo será por el laberinto que forman unas callejuelas de Tanger desde cuyos rincones parece que le asaltará el espectro errante de Brian Jones. El paseo proseguirá atravesando la fantasmal Detroit, se recorrerá en coche las ruinas anticipadas del Imperio, esas fábricas y esos teatros, el pasado que fue y la soledad que vendrá.
Aquel que a veces necesite dejarse atrapar por los gozos modernistas disfrutará la atmósfera a querida película de vampiros, territorio para el placer donde la fotografía y los ecos estilo Hammer se mezclan con el olor a garito y a guarida de poeta decadente, rockero del siglo veinte.
Aquel que, pese a las desilusiones, guarde todavía un espacio en el corazón a quienes le ayudaron a vivir, notará también embargado el espíritu cuando encuentre sobre una pared el hermoso autorretrato que se hace Jarmusch, al pelotón las imágenes de Poe, Baudelaire, Joe Strummer, Oscar Wilde, Bo Diddley, Christopher Marlowe, Buster Keaton, Mark Twain, Kafka, Iggy Pop, Chrissie Hynde,Tom Waits, Nicholas Ray, Issac Newton, Neil Young y varios más.
Jarmusch siente el imperativo de rechazar la quietud cotidiana y he aquí sus modalidades de fuga. Ante la desazón, evoca y se aferra a sus mitologías personales, a los inconformistas que a través de la estética y el comportamiento diferente propugnan la libertad, el inconformismo: buen camarada, sigue al lado de los artistas dandis y hastiados que rechazaran las ataduras de la sociedad huyendo de ella.
Y resulta así que ha regalado una fantasía postromántica para, por ejemplo, un Espronceda que abandonara la política y se exiliara en Marruecos, para una Mary Shelley que le diera a los opiáceos mientras escucha noise o para un Teófilo Gautier al que le pirraran los Rolling y saliese después del cine gritando, joder, que Viva el Rock and Roll. Que Viva el Puto Rock and Roll.
Convocados quedan.
SOLO LOS AMANTES SOBREVIVEN
Dirección: Jim Jarmusch.
Intérpretes: Tilda Swinton, Tom Hiddleston, John Hurt.
Género: drama, terror. Alemania, 2013.
Duración: 123 minutos.
Jim Jarmusch en el festival de Sundance 2014
(Texto publicado originalmente en Ociozine 13-06-2014)
rep.