What Did Jack Do?
El sospechoso es un mono Yago Paris Una estación de tren, más concretamente lo que parece ser una cafetería que hay en ella, es el parco escenario donde tienen lugar […]
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El sospechoso es un mono Yago Paris Una estación de tren, más concretamente lo que parece ser una cafetería que hay en ella, es el parco escenario donde tienen lugar […]
Una estación de tren, más concretamente lo que parece ser una cafetería que hay en ella, es el parco escenario donde tienen lugar los diecisiete minutos de metraje de What Did Jack Do?, el cortometraje que David Lynch rodó en 2017 y que estrena mundialmente en 2020 la plataforma Netflix. Dos son los protagonistas: un humano (el propio cineasta) y un mono (de nombre Jack Cruz), quienes tendrán una larga conversación, donde el primero tratará de desentrañar las causas del asesinato de una gallina, del que el primate es el principal sospechoso, habida cuenta de la relación amorosa que mantenían.
Iniciándose en los códigos del cine negro clásico —fotografía en blanco y negro, luz expresionista, atmósfera densa, crimen pasional y su correspondiente investigación policial, protagonista fuera de la ley que intenta huir de la justicia, etc.—, el habitual estilo lynchiano invade el relato para trasladarlos al terreno del desconcierto. Su manera de entender el cine consiste en una aproximación de corte surrealista, definida por el filósofo Zlavoj Zizek como «lo ridículo sublime»; un enfoque donde unas atmósferas tan poco realistas como las del cine negro más formalista encuentran fácil acomodo. La propuesta se basa en lo onírico siniestro, desembocando en un clímax que se adentra en el género musical, donde el tan ridículo como sublime primate expresa su trágico destino al ritmo de The Flame of Love.
El cineasta recurre a sus estilemas más habituales para, desde la sencillez más absoluta, alcanzar el objetivo de perturbar al público. Todo comienza con la propia actuación de Lynch, una mezcla entre hieratismo y cierta comicidad, que se desarrolla en el alucinado contexto de un interrogatorio a un mono que habla. Para lograrlo, se han modificado los planos donde aparece el animal, al que se le ha insertado una boca humana —sospechosamente parecida a la del propio director— recurriendo a efectos digitales cuya voluntaria pobreza técnica incrementa, como modo expresivo, la atmósfera enrarecida. Aumentando la extrañeza aparece el tempo narrativo, uno de los aspectos más relevantes del filme. El ritmo de declamación de los diálogos, anodino y carente de expresividad emocional —y ralentizado en el caso del personaje de Jack—, junto con el alargamiento en la duración de los planos, dan lugar a un desarrollo desconcertante.
Pero probablemente lo que más destaca en una producción a todas luces tan humilde es la manera de convertir sus carencias en virtudes. A base de no mostrar, la forma narrativa se desarrolla en torno a una conversación circular y dispersa, y a todo aquello que queda en fuera de campo, tanto desde el punto de vista narrativo como espacial. De esta manera, cuando la cámara cambia de posición en el plano final y revela una parte del universo que había quedado oculto hasta entonces, un pasillo en cuyo fondo parece encontrarse el acceso a una dimensión todavía más extraña, el surrealismo trágico que vertebra la narrativa alcanza su cima. En poco más de un cuarto de hora de metraje, David Lynch ofrece una obra que repasa sus lugares comunes formales, sin aportar nada nuevo a su filmografía, pero sin tampoco caer en la repetición indulgente.
WHAT DID JACK DO?
Dirección: David Lynch.
Reparto: David Lynch, Jack Cruz.
Género: cine negro. Estados Unidos, 2017.
Duración: 17 minutos.