Triple frontera
El capitalismo lo justifica todo Yago Paris Pocas salidas se les ofrece a los veteranos de las fuerzas armadas. Están condenados a reciclarse como empresarios o agentes de las fuerzas […]
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El capitalismo lo justifica todo Yago Paris Pocas salidas se les ofrece a los veteranos de las fuerzas armadas. Están condenados a reciclarse como empresarios o agentes de las fuerzas […]
Pocas salidas se les ofrece a los veteranos de las fuerzas armadas. Están condenados a reciclarse como empresarios o agentes de las fuerzas especiales para otros países, a boxear por un puñado de dólares o, incluso, a dar charlas a las nuevas generaciones del ejército, porque el estado hace poco por proteger el futuro de aquellos que arriesgaron su vida por la patria cuando sus días de servicio al país llegan a su fin. Este es el punto de partida de Triple frontera, la nueva película de J. C. Chandor (El año más violento), un thriller de acción y supervivencia cuyo guion encajaría con facilidad en la filmografía de Michael Bay. Porque el discurso de la nueva cinta distribuida por Netflix es paralelo al de 13 horas: los soldados secretos de Bengasi, la cinta basada en hechos reales donde Bay arremetía contra la administración Obama por desproteger a las tropas desplazadas a lugares tan peligrosos como Libia. La carencia de oportunidades tras el retiro, en el contexto de poscrisis económica, forzaba a los protagonistas de aquella obra a firmar contratos temporales con el ejército, estirando más allá de lo recomendable sus vidas laborales. En el filme que ahora se estrena, un grupo de veteranos se reúne para llevar a cabo, de manera totalmente clandestina, una misión en la que hay de por medio una inmensidad de dinero, ante la imposibilidad de encontrar estabilidad económica siguiendo las normas de la sociedad estadounidense.
El plan consiste en infiltrarse en una mansión que está en medio de la selva colombiana, donde se parapeta un narcotraficante junto a su familia y su escuadrón de seguridad. La idea, asesinar exclusivamente al capo de la droga y robar todo su dinero cuando su familia, escoltada por los guardaespaldas, abandone la casa para ir a misa, algo que hace cada domingo. Cuando los protagonistas descubren que la cantidad de dinero es muy superior a la esperada, la avaricia entra en juego y provoca una cascada de decisiones erróneas que convierten una operación limpia y rápida en una carnicería. Comienza así una huida desesperada en la que todo lo que puede salir mal, en efecto, sale mal. La estructura narrativa atiende a dos premisas: entretener y proponer una reflexión. Chandor no pierde de vista el potencial narrativo de una historia que por momentos recuerda a Sicario, a pesar de que, en lo que a puesta en escena del género de acción se refiere, el realizador estadounidense está lejos de lo que demostró Denis Villeneuve. Sin embargo, su mayor virtud, más que en las imágenes, se localiza en los subtextos.
Mediante una estructura de efecto dominó, el autor pone sobre la mesa los estragos que causa el capitalismo en su vertiente más deshumanizadora. Con una política neoliberal que convierte a la población en objetos de usar y tirar, no parece extraño que estos veteranos de guerra decidan actuar al margen de la ley para soliviantar sus respectivas situaciones económicas. Pero, lejos de establecer una apología del maltrecho soldado raso, la cinta expone con qué facilidad se puede justificar lo injustificable cuando el dinero aparece en escena. Cada una de las malas decisiones que toman los protagonistas, tanto las que les afectan como las que involucran a terceros, parten de la codicia. El absurdo coloca al grupo en una situación de riesgo mortal perfectamente evitable, poniendo de manifiesto hasta qué punto puede llegar la mente humana cuando está consumida por el capital.
TRIPLE FRONTERA
Dirección: J. C. Chandor
Reparto: Oscar Isaac, Ben Affleck, Charlie Hunnam, Pedro Pascal, Garrett Hedlund, Adria Arjona, Sheila Vand, Reynaldo Gallegos
Género: Thriller. Estados Unidos, 2019
Duración: 127 minutos