Dawson City: Frozen Time
El cine como prueba del pasado Yago Paris El descubrimiento de cualquier material cinematográfico del periodo mudo (1895-1927) es todo un acontecimiento. Se calcula que un 80% de toda la […]
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El cine como prueba del pasado Yago Paris El descubrimiento de cualquier material cinematográfico del periodo mudo (1895-1927) es todo un acontecimiento. Se calcula que un 80% de toda la […]
El descubrimiento de cualquier material cinematográfico del periodo mudo (1895-1927) es todo un acontecimiento. Se calcula que un 80% de toda la producción de dicha etapa se ha perdido, por lo que el hallazgo que ahora ha dado pie a la creación de Dawson City: Frozen Time fue en su día tremendamente relevante para el mundo del cine. Corría el año 1976 cuando 533 películas se desenterraron de manera fortuita durante la construcción de un centro de recreo en Canadá, cerca de la frontera con Alaska. Aunque habían sufrido deterioros, los rollos sobrevivieron gracias a que se conservaron en permafrost —capa del suelo permanentemente congelada— en el fondo de una piscina abandonada. Varias décadas después Bill Morrison, director de cine con amplia experiencia en el mundo del metraje encontrado, ha producido un filme a partir del material que se rescató, que se creía perdido para siempre. El resultado es un documental que cuenta la vida del pueblo homónimo a partir de esas imágenes.
Morrison realiza un inmenso trabajo de investigación historiográfica sobre el pueblo de Dawson City. Al reconstruir la evolución de la localidad durante las primeras décadas del siglo XX se comprende a la perfección el signo de los tiempos, en los que el perenne sueño americano estaba marcado por el frenesí y los avances tecnológicos de la época. Uno de los más destacados fue el cinematógrafo, un artilugio que se utilizaba como mera atracción de feria durante aquellos años, sin apenas consciencia de que se estuvieran gestando las bases de un nuevo arte. El cine tuvo una enorme presencia en el pueblo, puesto que no sólo llegaban constantemente películas para ser exhibidas, sino que incluso hubo producciones que se filmaron en la zona. Por ello, y por lo importante del descubrimiento, el director intercala fragmentos de las deterioradas películas a lo largo del metraje, que funcionan como un acompañamiento de lo que se narra.
Desde el punto de vista puramente cinematográfico, dos son los grandes valores de la investigación. Por un lado, el uso de un material fílmico cuya existencia se desconocía, lo que supone un disfrute sublime para cualquier amante del cine mudo. Por otro lado, la construcción del propio documental, que se desarrolla como si de una película muda más se tratara. A pesar de que Morrison se quiere detener a contarlo prácticamente todo —quizás en exceso—, no recurre a la voz en off, sino que transmite la información a través de subtítulos, más cercanos a los habituales intertítulos del periodo mudo. A su vez, acompaña las imágenes con una espectacular banda sonora etérea, compuesta por el grupo islandés Sigur Rós en colaboración con Alex Somers, que recuerda a las exquisitas nuevas composiciones que se han elaborado para grandes clásicos del cine mudo como La carreta fantasma (1921) o Nosferatu (1922).
Sin embargo, en algún momento de la producción Morrison parece olvidar qué fue lo que lo llevó a crear el documental. A pesar de que la base del proyecto es el descubrimiento de las piezas fílmicas, el autor parece más interesado en relatar la historia del lugar, a la que dedica la mayor parte de los minutos. Los mejores momentos son los breves espacios de metraje en los que la obra se entrega al deleite del material desenterrado —una minoría dentro del total de la cinta—, por lo que, a pesar de que el valor de Dawson City: Frozen Time es difícil de cuestionar, cuesta comprender que se le haya dado mayor protagonismo a la reconstrucción histórica que al poder de sugestión del found footage.
Puedes ver Dawson City: Frozen Time en Filmin.
DAWSON CITY: FROZEN TIME
Dirección: Bill Morrison
Género: Documental, found footage. Estados Unidos, 2016
Duración: 120 minutos