Amor millenial
Incluso cuando el individualismo parece la norma que lo define, un patrón por el que se cortan las relaciones y personalidades posmodernas, el espíritu millenial es indudablemente colectivo. Lo vemos cuando los avances sociales nos han convertido en personas emocionalmente inteligentes, pero desprovistas de conocimientos más propios del sentido común que ahora sólo podemos encontrar en la Wikipedia. Cuando nuestras fantasías sexuales no tienen que ver con los deseos, sino con lo que hemos visto una y otra vez en el porno mainstream. Cuando el plan del jueves por la tarde es comerse unas patatas fritas con kétchup en el sofá de casa mientras en la televisión emiten el último capítulo de Masterchef. Aunque el título de la ópera prima de Hadas Ben Aroya sea People that are not me (Gente que no soy yo), su película va de todo lo contrario: de gente que somos todos.
En ella, la propia directora interpreta a la protagonista, Joy, que pese a su nombre (alegría en inglés) está sumergida en una especie de pusilánime estancamiento vital. El motivo no es otro que el amor: no es capaz de superar la ruptura con su anterior novio. Por eso busca desesperadamente ser el centro de atención de una constelación de hombres de todo tipo, en los que busca un destello de confianza, de comprensión, de conexión. El film habla de qué significa amar y ser amado para los jóvenes del mundo de hoy. Habla de la complejidad de sentirse independiente y empoderada mientras sigues persiguiendo unicornios imaginarios. Hadas Ben Aroya muestra una marcada predilección por el plano secuencia para crear una atmósfera de bucle emocional, ya sea con el dinamismo del movimiento en las fiestas o en los planos estáticos que crean incomodidad. De esta forma, la línea narrativa adquiere realismo y logra encerrar al espectador entre las fronteras de la alborotada mente de la protagonista, formada por un apartamento, una calle y un garito nocturno.
Al final, la directora israelí se embarca en una constante búsqueda de la autenticidad en el fondo y la forma, mientras lo que representa en pantalla es la artificiosidad de las relaciones modernas. No en vano la contradicción es otro de los signos de la generación Y, junto con su constante lucha interna porque sus componentes quieren, pero temen, alcanzar un grado alto de intimidad con alguien. People that are not me es un contundente retrato generacional, narrado con ironía y autocrítica. Como un espejo, nos devuelve la peor imagen de esa supuesta inteligencia emocional en la que habitualmente nos sentimos tan tontos.


PEOPLE THAT ARE NOT ME
Dirección: Hadas Ben Aroya.
Intérpretes: Hadas Ben Aroya, Yonatan Bar-Or, Meir Toledano.
Género: Drama. Israel, 2016.
Duración: 80 minutos.
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