Noche de venganza (Sleepless)
Armagedón en Las Vegas Es posible que un título como Noche de venganza suene ya al espectador español como el nombre de una misma película de acción genérica que sale […]
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Armagedón en Las Vegas Es posible que un título como Noche de venganza suene ya al espectador español como el nombre de una misma película de acción genérica que sale […]
Es posible que un título como Noche de venganza suene ya al espectador español como el nombre de una misma película de acción genérica que sale todos los meses. Además de la Venganza por excelencia, que es la trilogía de Liam Neeson, la semana pasada se estrenaba otra película llamada Una historia de venganza, y en la recta final del pasado año llegaban a nuestro país Yo soy la venganza, El valle de la venganza y el esperado regreso de Jean-Claude Van Damme a la saga Kickboxer, Kickboxer: Venganza. En el caso que nos ocupa (y en cuya trama, por cierto, no se desarrolla venganza alguna), hay una razón más por la que puede resultar familiar: se trata del remake de otra película francesa también bautizada en España como Noche de venganza (Frédéric Jardin, 2011). El ataque de los clones no termina ahí, puesto que uno de los grandes interrogantes que surgen viendo dicha cinta es qué puede haber llevado a alguien a comprar los derechos de autor de una historia como esta: se trata del mil veces visto rescate de un policía a su hijo secuestrado, envuelto en un entramado de narcotráfico sin ninguna singularidad apreciable. El desconcierto aumenta al descubrir que no se trata del único remake: Bollywood tiene su propia versión, Thoongaavanam (Rajesh M. Selva, 2015).
Con Jamie Foxx y Michelle Monaghan al frente del reparto, la nueva Noche de venganza logra situarse felizmente por encima de la homónima francesa, lo que tampoco entrañaba un gran desafío. La guionista Andrea Berloff –escritora de otra reciente película de padre al rescate, Blood Father (Jean-François Richet, 2016)– pule el ritmo de la original acometiendo variaciones bastante acertadas, como la de adelantar su giro final al principio del tercer acto, incorporando a la acción algo que en la película de Jardin solo era un golpe de efecto. La farragosa dinámica de búsqueda de la cocaína extraviada, cuya bolsa de 23 kilos pesaba de forma fatal en el avance de la historia, no se ha solucionado aquí del todo, aunque Berloff y el director suizo Baran bo Odar (que debuta en Estados Unidos) parecen tener claro lo obvio: que a nadie le importa la droga, sino ver al poli y a la mafia rompiéndose sillas en la cabeza.
De tono mucho más festivo, la película ofrece un número razonable de secuencias de acción, no muy imaginativas pero contundentes, bien coreografiadas y con highlights del nivel de Jamie Foxx dando una patada en el pecho a un tipo para reanimarlo (suceso literal). En otra plausible traición a la versión francesa, también incrementa el catálogo de adversarios y la peligrosidad de los mismos. Aunque el perfil de villano anárquico, amoral y psicópata, tan asentado en el cine comercial desde el Joker de El caballero oscuro (Christopher Nolan, 2008), ya resulta bastante casposo, la seriedad brilla aquí tanto por su ausencia que, sin caer en la autoparodia, permite a la película dar rienda a un muy agradecido humor negro. Humor llevado al extremo en su chiflado epílogo, donde el mcguffin de una amenaza bastante temible que nunca llega a concretarse finalmente se presenta… anunciando una improbable secuela. Al margen de si realmente veremos esa segunda parte, Noche de venganza es, por lo pronto, un entretenimiento decente, puede que no todo lo divertido que nos gustaría, pero con la cabeza en su sitio. Entendiendo por su sitio, claro está, como desangrada en el suelo de un casino de Las Vegas después de que alguien le haya clavado una botella de champán con un petardo.
NOCHE DE VENGANZA (Sleepless)
Dirección: Baran bo Odar.
Guion: Andrea Merloff.
Intérpretes: Jamie Foxx, Michelle Monaghan, Gabrielle Union, Tip «T.I.» Harris, David Harbour, Dermot Mulroney, Scoot McNairy.
Género: acción. Estados Unidos, 2017.
Duración: 95 minutos.