Después de la boda (Efter brylluppet)
Disección familiar Anaís Berdié Ajetreo en las calles de la India. Niños descalzos. La mirada, entre inalterable y cargada de peso de Mads Mikkelsen. El orfanato donde trabaja. Las secuencias […]
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Disección familiar Anaís Berdié Ajetreo en las calles de la India. Niños descalzos. La mirada, entre inalterable y cargada de peso de Mads Mikkelsen. El orfanato donde trabaja. Las secuencias […]
Ajetreo en las calles de la India. Niños descalzos. La mirada, entre inalterable y cargada de peso de Mads Mikkelsen. El orfanato donde trabaja. Las secuencias iniciales de Después de la boda anuncian una película que no será nunca. No por más de diez minutos. El exotismo se va aplacando y un travelling nos deja, en medio de la noche, frente a frente con Mikkelsen y sus preocupaciones. Por ahí discurrirán las siguientes dos horas de metraje.
La primera película nominada al Óscar de la directora danesa Sussane Bier (que lo ganaría cuatro años después con En un mundo mejor), abandona pronto la India para trasladarse a la fría y aséptica Dinamarca. Allí viaja Jacob (Mad Mikkelsen) para reunirse con un hombre de negocios, Jörgen (Rolf Lassgård), interesado en hacer una donación millonaria para su orfanato. De nuevo, y esto será una constante en la cinta y uno de sus mayores méritos, las cosas no transcurrirán por donde previsiblemente podrían hacerlo.
Seduce de este trabajo de Bier su aproximación al drama familiar a través de sucesivas capas, refugiándose en lo cotidiano, preparando un acercamiento pausado a los conflictos, que se acaban revelando de manera inesperada (y reiterada). Un drama, que lo es (y mucho), que podría resultar indigesto, por su exceso, si no fuera de nuevo por el implacable realismo que impregna la cinta, por la veracidad interpretativa de sus protagonistas. Bier en estado puro.
Alejada ya del movimiento Dogma en el que encuadró sus primeros trabajos, la directora danesa plaga la cinta de sus personales recursos expresivos. El uso recurrente de elementos de la naturaleza (viva o muerta) con marcado carácter metafórico, amplifica el desasosiego. Los primerísimos primeros planos de los ojos y las bocas de sus actores, enfatizan los momentos de mayor dramatismo. Bier crea así un mundo propio, con alguna confluencia con la fundacional y más oscura Celebración, del también danés Thomas Vinterberg (esa implacable disección del lado oculto de las relaciones familiares). Tan solo la música resulta a veces excesiva, remarcando de forma innecesaria un drama que fluye con mayor profundidad en las secuencias más naturalistas.
Una conversación matrimonial en el dormitorio se erigirá, en el clímax final de la película, como uno de los acercamientos más sobrecogedores y angustiosos a la desesperación vistos en la gran pantalla. Bier constata con este trabajo su capacidad natural para acercarse al alma humana.
DESPUÉS DE LA BODA (Efter brylluppet)
Dirección: Susanne Bier.
Guión: Anders Thomas Jensen, Susanne Bier.
Intérpretes: Mads Mikkelsen, Sidse Babett Knudsen, Rolf Lassgård, Stine Fischer Christensen, Christian Tafdrup.
Género: Drama. Dinamarca, 2006.
Duración: 122 minutos.