La doctora de Brest (La fille de Brest)
Película protesta Secuencia inicial. Plano general, perspectiva en picado: encima de una mesa, un cuerpo seboso está en medio de una autopsia. Las capas de piel, grasa y músculo se […]
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Película protesta Secuencia inicial. Plano general, perspectiva en picado: encima de una mesa, un cuerpo seboso está en medio de una autopsia. Las capas de piel, grasa y músculo se […]
Secuencia inicial. Plano general, perspectiva en picado: encima de una mesa, un cuerpo seboso está en medio de una autopsia. Las capas de piel, grasa y músculo se cortan para dejar a la vista las costillas. Una mujer coge una especie de tenazas, o tijeras, quirúrgicas y hace palanca rompiendo las costillas, una a una, dando acceso al corazón. Otra mujer, una doctora, coge el órgano y lo observa antes de explicar qué ve. Es Irène Frachon.
La directora Emmanuelle Bercot (La cabeza alta, El viaje de Bettie) sabe cómo abrir una película y un festival (fue la película de apertura del último San Sebastián). Con esa primera secuencia da a entender que La doctora de Brest no se va a andar con chiquitas: va a estar todo a la vista, con un tono frío y clínico, sin más, ni menos, que lo necesario para contar una historia. Y no hace falta más, la historia es tan grande como su protagonista, la doctora Frachon.
En 2007 la neumóloga Irène Frachon descubrió que sus pacientes de un pequeño hospital de Brest (noreste de Francia) seguían un patrón: aquellos que tomaban Mediator, un fármaco pensado para diabéticos que también se recetaba como saciante para pacientes que querían perder peso, habían desarrollado una afección cardíaca. Franchon decidió investigar cuántas muertes había provocado el medicamento. Su lucha la llevó a enfrentarse al ministerio de sanidad francés y a una de las farmacéuticas más grandes del país. Silenciada, censurada, sin acceso a todos los datos y puesta en ridículo, la neumóloga luchó por eliminar un fármaco usado durante más de treinta años en Francia, con subvención estatal, revelando el mayor escándalo en la sanidad francesa de los últimos años.
Basada en la novela de la doctora Mediator 150 mg: combien de morts? [Mediator 150 Mg: ¿cuántas muertes?], La doctora de Brest se asienta en dos pilares: Sisde Babett Knudsen y Benoît Magimel. Es espectacular el trabajo de Knudsen (El juez, The Duke of Burgundy, Borgen), que lleva en sus espaldas el papel de una protagonista compleja, a ratos egocéntrica, a ratos humilde, madre, doctora, preocupada por sus pacientes y luchadora en general. Un papel que hubiera resultado irritante de no ser por esta carismática actriz.
Sisde Babett Knudsen sabe encarnar el doble matiz de madre y doctora de una forma tan real que, cada vez que aparece, el aire huele a una mezcla de crema hidratante y desinfectante. Junto a ella, otro gran actor: Benoît Magimel (que ya trabajó con Bercot en su anterior película: La cabeza alta). Él aporta el contrapunto de un personaje tímido, más estable, relajado y pausado. Su actuación, mucho más contenida, ayuda a que los ataques y continuos cambios de humor de Knudsen no resulten agotadores.
Ambos contribuyen a que La doctora de Brest encuentre el tono adecuado. Es una película social. ¿Partidista? Por supuesto, Irène Franchon (la real) ha trabajado en el guion de la película. Sin embargo, Bercot sabe con qué bazas juega. La directora crea un filme que lucha contra el mercantilismo que olvida la humanidad -atención a la escena en la que presentan los resultados del estudio por primera vez, cuando traducen los porcentajes a personas en un acto de contención que aboga por la parte humana tras los números-, y lo hace sin caer en el panfleto o la propaganda. La doctora de Brest es una película protesta, necesaria para darnos una colleja como espectadores y hacernos pensar en la labor social del cine como altavoz de las injusticias, más allá de lo entretenida que sea y lo bien que funcione en taquilla.
LA DOCTORA DE BREST (La fille de Brest)
Dirección: Emmanuele Bercot
Guion: Emmanuelle Bercot, Séverine Bosschem, Romain Compingt, Irène Frachon
Intérpretes: Sidse Babett Knudsen, Benoît Magimel, Charlotte Laemmel, Isabelle De Hertogh, Lara Neumann
Género: Drama. Francia, 2016
Duración: 128 minutos