Cien años de perdón
Bienvenidos al atraco Santiago Alonso Refutados ya desde hace mucho tiempo los lugares comunes, casi axiomas, que venían a concluir que en las producciones españolas los actores nunca sabrían coger […]
Estrenos, críticas, comentarios de cine y algunas notas sobre las visiones
Bienvenidos al atraco Santiago Alonso Refutados ya desde hace mucho tiempo los lugares comunes, casi axiomas, que venían a concluir que en las producciones españolas los actores nunca sabrían coger […]
Refutados ya desde hace mucho tiempo los lugares comunes, casi axiomas, que venían a concluir que en las producciones españolas los actores nunca sabrían coger pistolas o dar tiros, el siguiente campo de batalla gira se encuentra en la posibilidad de un cine autóctono de adrenalina para las multisalas, es decir, unos productos palomiteros y cumplidores, que nazcan sin complejos. Si hay un realizador que a lo largo de su carrera ha demostrado tal falta de complejos, también su habilidad y su insistencia en tirar por la vía del estándar comercial, ese es Daniel Calparsoro, cuyo filme previo, el divertidísimo Combustión (2013), cumplía con creces el objetivo dentro de las coordenadas donde se ubicaba, a base de cochazos, machotes, chavalotas y un sentido veraz del disfrute. Ahora dirige Cien años de perdón y prueba la película de atracos trabando entretenimiento y un cierto sentido crítico de la España del momento. No es la primera vez que una obra suya rastrea turbiedades de nuestro país, pero que en esta ocasión su socio sea alguien como Jorge Guerricaechevarría, uno que sabe mirar hacia la sociedad española e incorporarla a sus guiones, supone un gancho a priori de bastante interés.
Valencia, segunda década del siglo XXI. Una banda hispano-argentina capitaneada por Luis Tosar y Rodrigo de la Serna invita al espectador a entrar y acomodarse en la historia del robo a un banco que, lógicamente, sale mal. Películas así hay unas cuantas y, aunque el hecho de parecerse a otras jamás debería constituir de por sí un demérito, esta recuerda, tal vez demasiado y desde el inicio, a Plan oculto (2006) de Spike Lee, un buen thriller de ingenio y juego al que el guion de Guerricaechevarría le sigue los pasos. Atracadores y rehenes dentro de la sucursal bancaria; verdades ocultas en las cajas de seguridad; banqueros, policía y otros cuerpos de seguridad que están fuera; aparición de políticos muy mosqueados… Los ladrones y sus anhelos vitales; las conversaciones entre secuestradores y negociadores; secretos y mentiras… De nuevo pizza para que los de dentro sacien el hambre. El planteamiento es el mismo de la película estadounidense, una trama que se diversifica presentando escenarios de tensión separados, estableciendo conflictivos vasos comunicantes entre ellos. Y todo se dirige hacia un desenlace donde habrá un punto de encuentro entre personajes, tal vez un choque, tal vez una ayuda, seguramente la suerte y una sorpresa, o muchas.
El esfuerzo de producción en la factura cumple el objetivo. Si se buscaba energía y frenesí, el director se aplica con un empeño encomiable, logrando lo mismo que presupuestos mayores harían igual. Excepto uno de los actores, a quien se le da mejor la comedia que los papeles dramáticos, los miembros del elenco contribuyen a proporcionar nervio a las secuencias. ¿Ya estaría todo resuelto, entonces? Lo cierto es que no. El conjunto se construye sobre un arco dramático muy endeble, cercano al amontonamiento, y un desarrollo de la coralidad más bien a medias. Los mundos cerrados de atracadores, policías y políticos apenas colisionan durante toda una película que termina resultando un ramillete de historias de individuos, la mayoría un bosquejo sin rematar. Al final, la inteligencia del juego viene más por mímesis e inercia que por autenticidad. Dicho de otra manera: si la vena peliculera de la función se queda tan solo en la apariencia, la referencias a nuestro contexto y las inquietudes críticas se expresan mediante un mensaje definido por su oquedad. No hallaremos las valiosas conjunciones que había en títulos donde participaba Guerricaechevarría como La comunidad, Celda 2011 o El niño.
CIEN AÑOS DE PERDÓN
Dirección: Daniel Calparsoro
Guion: Jorge Guerricaechevarría
Intérpretes: Luis Tosar, Rodrigo de la Serna, Raúl Arévalo, Marián Álvarez, José Coronado, Patricia Vico
Género: thriller, acción. España, Argentina, Francia. 2016
Duración: 97 minutos