La Magnani en Irán
No deja de sorprendernos el cine persa. A pesar de la represión feroz de cualquier tipo de disidencia, los cineastas de Irán consiguen, a la manera de Berlanga o Bardem durante el franquismo, colarse por las rendijas de la censura y crear cintas combativas pero nada panfletarias, que a veces llegan a los festivales internacionales.
En este su primer largo, Ida Panahandeh, con la voluntad expresa de denunciar la situación de las mujeres divorciadas en su país, se afana por encontrar su lugar en el cine iraní, marcando su territorio frente a grandes maestros como Panahi y Farhadi. Aquí está la voluntad metafórica de Panahi (por ejemplo, el océano, símbolo de libertad, que abre y cierra la cinta; el transbordador fluvial que retrata los tránsitos emocionales de los personajes), y también los personajes populares del autor de Taxi Teherán, pero el prisma aquí es netamente femenino. Con el coraje y la tozudez de una Magnani o una Papas persa, Nahid (interpretada por la magnífica Sareh Bayat, a la que ya vimos en Nader y Simin, una separación, de Farhadi), mujer de escasos recursos en una ciudad de provincias, se enfrenta ofuscada a todo y a todos, incluso a aquellos a los que quiere, porque vive en un entorno que sofoca todos sus anhelos. También está la penetración psicológica de Farhadi, su sutileza en la observación de los sentimientos, pero los personajes de Panahandeh nada tienen del refinamiento de clase media-alta de aquél. Estamos ante una estética casi neorrealista que no duda en retratar la miseria de la sociedad iraní (en la que descubrimos, por ejemplo, que también hay mafias y drogadictos -como el exmarido de la protagonista-, más propios de un thriller occidental que de una película iraní).
Con Nahid, Panahandeh ha filmado una película magnífica, quizá un tanto reiterativa en sus tramos finales, pero llena de sugerencias. Plenamente entroncada en el cine iraní, la cineasta, ansiosa de escapar a todos los corsés culturales y sociales, no duda en recurrir a la tradición cultural europea para recalcar la apasionada determinación de sus personajes, y es notable y también rompedora su alusión a iconos occidentales como la Creación (las manos de la madre y el hijo que se buscan con un calentador eléctrico de fondo) o la Piedad (él en brazos de ella, volviendo a casa en el transbordador), ambos de Miguel Ángel.
NAHID
Dirección: Ida Panahandeh
Intérpretes: Nasrin Babaei, Sareh Bayat, Pejman Bazeghi
Género: drama. Irán, 2015
Duración: 105 minutos