Un poeta para el mundo


Formado hasta la fecha por tres etapas televisivas y dos largometrajes, no cabe duda de que el megaproyecto Heimat (1984-2013) ha sido la gran obra de la vida del ya octogenario Edgar Reitz, una consideración que algunos analistas, además, han entendido de forma literal: con la dolorosa memoria del pueblo alemán como hilo conductor de la serie, el profesor Anton Kaes investigaba en su libro From Hitler to Heimat: The return of history as film (1992) si además el tema de la huida, omnipresente, podría estar relacionado con las vivencias del propio Reitz, nacido en un pueblo de las colinas Hunsrück, como sus personajes, que, al igual que ese joven Paul Simon que misteriosamente marchaba a por tabaco en el primer episodio para no volver en dos décadas, abandonó en cuanto pudo a sus escasos veinte años. De cualquier modo, más que en ese personaje con tantos claroscuros morales –en su fuga dejaba mujer e hijos–, lo que parece factible es que el director se mirase en el que después devendría en gran protagonista de la saga, el incomprendido Hermann, hijo bastardo de la esposa de Paul que renunciaba a su familia y al mundo rural en nombre de dos ideales: el amor y el arte. Durante el desarrollo de su carrera como compositor musical, no obstante, Hermann volverá sobre sus recuerdos al reparar en que todo lo que tenía que escribir estaba allí, en el canto de los ruiseñores por la mañana.

Tras narrar los cambios acaecidos en Alemania hasta los años 2000 desde la mirada de este personaje, en Heimat. La otra tierra, Reitz da un salto hacia mediados del siglo XIX para ocuparse de los antepasados directos de la familia Simon, nuevamente teniendo lugar la acción en el mismo pueblo de las Hunsrück (la localidad inventada de Schabbach). Sería seguramente banal entender todo este nuevo aparato fílmico de casi cuatro horas como una enorme puya, pero lo cierto es que llega en un momento muy oportuno: esta nueva época que aborda es la de los movimientos migratorios de los alemanes a Brasil, con toda una población de artesanos y campesinos en la más absoluta de las ruinas a causa de la industrialización; un conflicto cuyos ecos cuesta no sentir en la actualidad, cuando la canciller Angela Merkel está provocando desplazamientos masivos hacia su país a consecuencia de sus asfixiantes políticas sobre la Eurozona. El protagonista de la historia, por otra parte, es un antepasado de Hermann en lo carnal y en lo espiritual: Jakob, un filántropo conocido entre los suyos como “el indio” por su obsesión hacia los pobladores originales del Nuevo Mundo, que sueña con visitar.

Con las primeras rebeliones obreras presentes en el mosaico, Heimat. La otra tierra obliga a pensar en la importancia del gesto revolucionario como otro elemento temático clave dentro del corpus, porque para Reitz no parece haber nada más transgresor que la sensibilidad: los ojos del poeta romántico son aquellos a los que se reserva la posibilidad de ver más allá y de, con ello, dirigirnos al siguiente momento evolutivo. La dedicatoria final al fallecido hermano del cineasta tampoco debe pasar desapercibida estando ante alguien tan, al parecer, proclive al detalle autobiográfico, sobre todo si se atiende a la manera en que la película aborda la relación fraternal de su argumento. Hay que armarse de paciencia por su difícil mastodóntico formato, pero los placeres que reporta a cambio compensan con creces: los avances técnicos han permitido a Reitz llevar sus ya habitualmente portentosos despliegues visuales al mayor grado de belleza alcanzado en toda la serie, con unas composiciones deslumbrantes, unos grandes angulares en los que perderse y una iluminación –en fotografía B/N, lo que no significa que no haya lugar para los colores– de cuento de hadas. Obra mayor e inexcusable. 


HEIMAT-la otra tierra 3


HEIMAT. LA OTRA TIERRA

Dirección: Edgar Reitz

Guion: Edgar Reitz y Gert Heidenreich

Intérpretes: Jan Dieter Schneider, Antonia Bill, Maximilian Scheidt, Marita Breuer, Rüdiger Kriese

Género: drama histórico, 2013. Alemania

Duración: 230 minutos

 


 

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