Dear Werner
Hacer cine es un camino Santiago Alonso Solo de artistas como Werner Herzog cabe quizás esperarse una experiencia vital tan particular como la que reflejó en su libro Del caminar […]
Estrenos, críticas, comentarios de cine y algunas notas sobre las visiones
Hacer cine es un camino Santiago Alonso Solo de artistas como Werner Herzog cabe quizás esperarse una experiencia vital tan particular como la que reflejó en su libro Del caminar […]
Solo de artistas como Werner Herzog cabe quizás esperarse una experiencia vital tan particular como la que reflejó en su libro Del caminar sobre hielo. Corría el invierno de 1974 cuando el cineasta se enteró de que Lotte H. Eisner, la famosa crítica e historiadora de cine, estaba a punto de fallecer en París. En un arrebato Herzog decidió dejar Múnich e irse andando a la capital francesa: «Cogí una chaqueta, una brújula y una bolsa de lona con lo imprescindible. Mis botas eran tan sólidas y nuevas que confiaba en ellas. Tomé el camino más directo a París, firmemente convencido de que si iba a verla a pie, ella seguiría con vida» (traducción de Paula Aguiriano). En el texto que publicó después, Herzog describía su viaje por montes y montañas, intercalando reflexiones de corte poético sobre la soledad y los procesos creativos.
Asumiendo plenamente la idea de que sin riesgo ni sentido de la aventura no se rodarían películas, Pablo Maqueda se ha servido de este libro y esta experiencia para concebir Dear Werner en forma de carta de amor destinada a quien considera un maestro del séptimo arte. No es la primera vez que una cinta se centra en la génesis de un libro –un buen ejemplo es Hitchcock/Truffaut, el largometraje de Kent Jones acerca de las entrevistas que dieron lugar al archifamoso El cine según Hitchcock–, pero si hay algo que define el homenaje planteado por Maqueda es cómo lo ha convertido en un trabajo netamente íntimo y confesional. Aún más: aparte de la implicación personal con la que lo reviste, el motor de todo el proyecto fue precisamente la aventura: el madrileño decidió repetir cámara en mano el recorrido de 775 kilómetros que completó el alemán en 1974, teniendo solo como guía el libro de Herzog. El resultado es un resumen visual de ese viaje, aderezado con continuos extractos de Del caminar sobre hielo que se sobreimpresionan en pantalla y la voz en off del director hablando mucho sobre Herzog y sobre sí mismo, amén de dos locuciones grabadas para el documental por el propio autor de Fitzcarraldo.
Con este pisar donde pisó el maestro, que se transforma en mirar donde miró (y, en cierta manera, en mirar como miró), se procura sobre todo trasmitir emociones. Maqueda expresa qué significa para él filmar y el deseo de seguir haciéndolo pese a las dificultades profesionales, de la manera que sea. Los mejores momentos de Dear Werner, un trabajo que no siempre mantiene un buen equilibrio de sus elementos, son las numerosas tomas «hacia delante», que plasman el paso del caminante, casi a la manera de una mirada subjetiva de videojuego, y las que enlazan con la idea de que lo mejor de la obra herzogiana se halla en sus documentales y, en general, cuando plantea el contacto, a veces feroz, con la naturaleza. Hay, en ese sentido, originales referencias expresas a Aguirre, la cólera de Dios, Grizzly Man o La cueva de los sueños olvidados. Por el contrario, a menudo la voz en off no solo resta impacto estético a las imágenes, sino que apenas añade nada a lo que ya se ve, a excepción del tramo final en París cuando habla de Eisner durante la visita a la Cinémathèque. Y, además, la parte discursiva no siempre resulta tan significativa como se pretende (véase el tono con el que el realizador relata sus cuitas para sacar adelante sus proyectos).
Dear Werner cumple la función de atraer a quienes no conozcan a uno de los fundadores del «nuevo cine alemán», o de propiciar la vuelta a él de quienes quieran replantearse las impresiones respecto a su filmografía (están los que lo consideran un genio y los que consideran que cae con facilidad en la petulancia). Y es la clase de película que, por sus características formales, desgraciadamente no abunda en estrenos semanales de nuestras pantallas. Muy buena noticia, por lo tanto, que Maqueda siga haciendo camino y que lo podamos ver.
DEAR WERNER
Dirección: Pablo Maqueda.
Género: documental. España, 2020.
Duración: 80 minutos.