Selección Atlántida 2017: Malgré la nuit
No te burles del amor Con una carrera ligada en su grueso a la experimentación y el videoarte, al francés Philippe Grandrieux ya le ha caído el inevitable sambenito de […]
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No te burles del amor Con una carrera ligada en su grueso a la experimentación y el videoarte, al francés Philippe Grandrieux ya le ha caído el inevitable sambenito de […]
Con una carrera ligada en su grueso a la experimentación y el videoarte, al francés Philippe Grandrieux ya le ha caído el inevitable sambenito de lynchiano por su último título, Malgré la nuit. En activo desde los setenta y tras un paréntesis de casi una década ocupado en instalaciones para festivales y exposiciones, el regreso del francés a la narración dramatizada –dentro de, para ser sinceros, unos parámetros amplios– ha sido aplaudido por el público especializado, a la vez que saludado de manera casi unánime como pariente cercano de la obra del autor estadounidense. Vanguardistas ambos, parece más razonable pensar que ninguno de ellos ha vivido en un búnker artístico y han explorado determinadas posibilidades según surgían: Lynch, como él, investigó la imagen digital en Inland Empire, pero no por ello habrá muchos que vean una relación entre su universo y el del Julio Medem de los 2000. Resulta, de hecho, bastante más fácil imaginar algunas frases de la última película de Grandrieux como «No te burles del amor» o «Se podría poner el mundo patas arriba con tu belleza» en cualquier trabajo del director vasco que en, pongamos, Carretera perdida (1997).
Dos conversaciones en susurros avisan desde bien pronto al espectador para que se agarre fuerte ante el vendaval de intensidad que le vendrá encima durante las próximas casi tres horas. Un triángulo amoroso –que en realidad es cuadrado, pues hay otro miembro desaparecido– es, por otra parte, el asidero argumental que Grandrieux proporciona para afrontar un desborde expresivo más próximo a la performance y a la improvisación teatral que a la ficción convencional. El amor y el placer carnal aparecen como superaciones del mundo terrenal a los dos extremos del purgatorio, redescubriendo el sexo como algo primitivo, oscuro, raro y al límite del secreto perturbador.
En la película Cabás (Pablo Hernando, 2012), una ruptura sentimental era analizada neurológicamente como un proceso de readaptación del espacio que el cerebro solía dedicar al ser querido. Malgré la nuit se propone revisar el relato edípico colocando a su protagonista, Lenz, en un lugar parecido, incapaz de progresar y cerrado a la posibilidad de amar por un conflicto no resuelto con su madre. El deseo corrupto, los celos y la posesión destructiva entrarán en juego como respuesta a un complejo entramado de maternidades y paternidades degradadas hasta lo más hondo, con árboles genealógicos expresados literalmente como redes de prostitución. El turbio viaje, que no escatima en imágenes siniestras y sonidos próximos a la psicofonía, difícilmente dejará como estaba al que lo realice, y es cierto que Grandrieux tiene un don para convertir cada escenario en una experiencia psicológica, pero nadie juzgará mal a quien prefiera disfrutar del artista en píldoras más sintéticas.
MALGRÉ LA NUIT
Dirección: Philippe Grandrieux.
Guion: Philippe Grandrieux, John-Henry Butterworth, Bertarnd Schefer y Rebecca Zlotowski.
Intérpretes: Roxane Mesquida, Kristian Marr, Ariane Labed, Paul Hamy, Wyatt Alexander, Pascal Bianco-Levrin de Bouzid, Christopher Buchholz, Gabrielle Lazure.
Género: drama, intriga. Francia, 2015.
Duración: 156 minutos.