Absolutamente todo (Absolutely anything)
El lado luminoso del cosmos Han sido unos años inesperadamente agitados para los seguidores de los Monty Python. El pasado 2012, la excelente comedia de animación Autobiografía de un mentiroso […]
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El lado luminoso del cosmos Han sido unos años inesperadamente agitados para los seguidores de los Monty Python. El pasado 2012, la excelente comedia de animación Autobiografía de un mentiroso […]
Han sido unos años inesperadamente agitados para los seguidores de los Monty Python. El pasado 2012, la excelente comedia de animación Autobiografía de un mentiroso (Bill Jones, Ben Timlett y Jeff Simpson) logró hacer volver a la pantalla grande a casi todos los miembros del grupo por una razón de peso: rendir culto a su miembro desaparecido, Graham Chapman, a partir de sus propias memorias, leídas por él mismo gracias a una grabación previa a su fallecimiento. Al año siguiente, se produjo el milagro y el grupo anunció una reunión para un único show en Londres… que, tras agotar las entradas en 43 segundos, decidirían ampliar a diez únicos shows. Muchos, razonablemente, soñaban con que esta resurrección tardía de los Monty Python cristalizase en otra película para la posteridad, continuando la leyenda de sus clásicos Los caballeros de la mesa cuadrada (y sus locos seguidores) (Terry Jones y Terry Gilliam, 1975), La vida de Brian (Terry Jones, 1979) y El sentido de la vida (Terry Jones y Terry Gilliam, 1983); y, tras varios rumores, finalmente el culebrón se ha quedado en Absolutamente todo, una comedia donde los supervivientes del grupo solo aportan sus voces –sin que esto sea nada que menospreciar– y vuelve a la silla de director Terry Jones, artífice de sus éxitos cinematográficos.
Quizá lo más justo que se pueda hacer con Absolutamente todo sea sentarse a verla olvidando la idea de encontrar en ella piezas perdidas con las que amplificar el canon Python: si bien no es disparatado rastrear en el carismático Simon Pegg un cierto porte a lo Chapman, la película está alejada en tono e intenciones de aquellas cimas de la comedia surrealista, con una estructura narrativa mucho más fuerte y controlada, y, sobre todo, una vocación más mainstream, asumiendo la tradición anterior para destilarla en clave ligera. El trabajo de Terry Jones retoma esa concepción humorística de lo metafísico desde lo cotidiano, dedicando –a través de la historia de un hombre vulgar al que un comité de alienígenas, aleatoriamente, concede poder ilimitado con vistas a comprobar si nuestra especie merece el exterminio– un brindis a la estupidez y al patetismo humanos como cualidades más gloriosas, incluso épicas, de su condición. Se echa de menos un poco de audacia a la hora de explotar su premisa, y el ritmo cómico acusa la irregularidad de su suma de esfuerzos (por ejemplo, Robin Williams parece estar dando el 110% desde el estudio de grabación, y sin embargo el perro al que dobla apenas es desarrollado en la trama), pero tiene una naturaleza tan prominentemente lúdica, casi como una concatenación de gags (alguno que otro brillante: la cuenta regresiva con números alien muy largos de pronunciar) sin que nada de lo demás importe demasiado, que se antoja antipático ponerle mala cara.
ABSOLUTAMENTE TODO
Dirección: Terry Jones
Guion: Terry Jones y Gavin Scott
Intérpretes: Simon Pegg, Kate Beckinsale, Rob Riggle, Sanjeev Bhaskar, Robin Williams (voz), Monty Python (voces)
Género: comedia. Reino Unido, 2015
Duración: 85 minutos