La chica perdida y su futura hermanastra

Santiago Alonso 


Tan sólo pocos meses después del estreno de Mientras seamos jóvenes, Noah Baumbach vuelve con nueva película bajo el brazo, una pieza más en la construcción de una filmografía poblada de gente perdida que se busca a sí misma. Con Mistress America continúa ofreciendo, como hacía en las obras previas, un relato que se articula bajo dos prismas, uno puramente ambiental y otro narrativo, focalizado este último en el análisis concienzudo de la crisis que se inicia en el personaje central de la historia. En la apertura al mundo que afronta Tracy (Lola Kirk) durante su primera experiencia como adulta al ingresar en primer año de carrera, hay de nuevo, por tanto, un reconocible universo neoyorquino, ya muy transitado anteriormente por otros autores, pero que en manos de Baumbach se presenta como marca particular de la casa, y que sirve de telón de fondo a la crisis de la protagonista, donde arranca ese devenir del Qué Hago Ahora, Cómo y Por qué.

La radiografía de la psicología y los comportamientos de la chavala cobra forma al confrontarla con otro personaje, un poco lo que ya le sucedía, volteando perspectivas y generaciones, al personaje de Ben Stiller en Mientras seamos jóvenes, un documentalista cuarentón a quien el contacto con un colega jovenzuelo le revolucionaba la existencia. Aquí, la perdida Tracy conoce a Brooke, que será su hermanastra, pues la madre de la primera va a a casarse con el padre de la segunda, y asimismo un referente muy particular en el cual mirarse a partir de ese momento —o al menos constituye de entrada un sujeto cercano al que examinará muy a fondo—, porque tal vez la condición de hacerse mayor entrañe comportase de igual manera. Tal vez. Porque Tracy no sabe muy bien si a Brooke —¡da la sensación que no podría haber encarnado al personaje otra actriz que no fuera Greta Gerwig!— se la puede considerar un modelo que deba seguir en toda su complejidad, pero no duda en que representa ese algo que hay que hacer, para bien o para mal, para sobrevivir o para malvivir, cuando las personas ingresan en la madurez.

Intentando escapar aún más que otras veces de las estructuras férreas, y haciendo que Mistress America posea una apariencia menos elaborada, Baumbach y la coguionista Gerwig han jugado, además, en la representación de ambos retratos psicológicos a modular los atributos de la comedia dramática con el desarrollo interno de un gran segmento, fácilmente más de un tercio del metraje, que se aproxima gozosamente al estilo de la screwball comedy. Y en dicha parte es donde Gerwig revalida su condición de actriz y autora, estupenda en ambas facetas, de nuestro tiempo.


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MISTRESS AMERICA

Dirección: Noah Baumbach.

Intérpretes: Greta Gerwig, Lola Kirke, Seth Barrish, Andrea Chen, Michael Chernuss.

Género: comedia. Estados Unidos, 2015.

Duración: 84 minutos.

 


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