Narrar en elipsis
Yago Paris Hay tres breves planos espaciados a lo largo del metraje de Lady Bird que explican la relación de la joven protagonista con los chicos. En los tres casos […]
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Yago Paris Hay tres breves planos espaciados a lo largo del metraje de Lady Bird que explican la relación de la joven protagonista con los chicos. En los tres casos […]
Hay tres breves planos espaciados a lo largo del metraje de Lady Bird que explican la relación de la joven protagonista con los chicos. En los tres casos el plano es, en esencia, el mismo: la cámara filma, desde muy cerca, una pared del cuarto de la adolescente. Lo que cambia es lo que aparece sobre la misma. En el primer tercio del filme, Lady Bird McPherson (Saoirse Ronan) queda prendada de Danny (Lucas Hedges), uno de sus compañeros de instituto. Entonces, ella escribe el nombre del chico en la pared, como se observa en esta primera imagen:
Tras vivir un intensa relación amorosa, esta se termina abruptamente, lo que sume a la protagonista en una enorme tristeza. Todo finaliza cuando conoce por casualidad a un misterioso e intelectual chico, Kyle (Timothée Chalamet). Este nuevo objeto de deseo llena todos los pensamientos de la protagonista, y repentinamente ya no queda ni rastro de Danny en su mente, lo que se refleja en el segundo plano de la pared, como se observa en la imagen:
Kyle no es un tipo de fiar, pero ella no es capaz de verlo. Lady Bird invierte todavía más energía, ilusiones y esperanzas en este nuevo amor. Y como cabe esperar, el chico la utiliza a su antojo. Otra decepción, otro fracaso romántico, otra hostia de realidad. Como cabría esperar, el tercer plano mostraría a la joven tachando el nombre de Kyle, pero esta vez sucede algo distinto. La directora, Greta Gerwig, le añade otra capa más de significado: la protagonista no solo tacha el segundo nombre, sino que elimina ambos, literal y metafóricamente, al pintar la pared de otro color, como se observa en la tercera imagen:
En Lady Bird, Greta Gerwig rememora sus vivencias de instituto —la historia está abiertamente basada en experiencias de su adolescencia—, y su manera de entender esta etapa vital queda patente no solo en el tratamiento subtextual de la historia, sino en el uso del lenguaje cinematográfico. Para ella, este periodo fue un momento convulso, lleno de emociones intensas, donde cada nueva experiencia parecía que iba a durar para siempre y era lo más importante que a una le había podido pasar en la vida. Gerwig, habiendo ya entrado en la madurez, vuelve la vista a su pasado para tratarlo con cariño pero con una mirada desmitificadora y especialmente socarrona, encontrando una oportunidad para reírse de sí misma.
La realizadora de la posterior Mujercitas debutó en la dirección de largometrajes en solitario con una película que recuerda a Frances Ha (2012) —que protagonizó y coescribió—, pues ambas se construyen a partir de la recopilación de momentos cotidianos de la existencia, en este caso la adolescente, a partir de los cuales volcar una mirada personal sobre el mundo. Esta aproximación permite un uso intenso del montaje, que ofrece una sensación de levedad, como si nada fuera en realidad tan relevante, lo que contrasta, no de manera fortuita, con la típica actitud intensa de cualquier adolescente.
Esto nos lleva a las tres imágenes anteriormente explicadas. Mediante el uso de la elipsis, la cinta condensa toda una serie de reflexiones, contradicciones, conflictos y sentimientos en cada uno de estos planos. Escribir un nombre en la pared equivale al maremágnum de emociones que acaban de aflorar. Tacharlo y cambiarlo por otro implica cerrar el ciclo del duelo y empezar otra etapa romántica. Y pintar la pared de blanco, eliminando los dos nombres, significa cerrar una etapa —la de instituto, que da paso a la universitaria—, madurar y pasar página. Nada es tan importante, parece decirnos Greta Gerwig, pero, al mismo tiempo, al encarar la evolución de la protagonista de esta manera, nos está transmitiendo algo todavía más relevante: en el ámbito del cine hay algo que sí que es muy importante, y es el uso de las imágenes para transmitir ideas.
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