Hace dos años un fragmento del libro Television and American Culture de Jason Mittel (Oxford Press, 2010) cambió la forma en que veía las series. En el octavo capítulo, «Representando la identidad», Mittel explicaba que en la ficción de Estados Unidos se comentaba la raza y la etnia de la que era el personaje, siempre que no fuese blanco.  La forma de indicarlo era implícita  -rasgos físicos como los asiáticos y afroamericanos- o explícita: o el individuo tiene acento o se dice en el diálogo de dónde viene -se hace sobre todo en latinos e irlandeses-. No le di importancia, aunque una duda empezó a rondarme la cabeza: ¿sería cierto que se mencionaba la raza o etnia a la que pertenecía cada personaje?

Antes de responder, busqué la diferencia entre raza y etnia. The Critical Media Project, una plataforma educativa creada por la Universidad Annenberg de California, las define así: “Normalmente se usan de forma intercambiable, raza es la forma de clasificar individuos y grupos basándose en las características físicas, especialmente el color de la piel. Etnia delinea el lugar de origen o su nacionalidad, las raíces o los ancestros, la lengua y, por extensión, el sistema de creencias.”  En 2013, según el artículo «Los grupos ancestrales más grandes de Estados Unidos» de la web Bussines Insider,  los norteamericanos se consideraban de unas 35 nacionalidades dependiendo del origen de sus ancestros. Eso es una sociedad multirracial y multiétnica muy amplia ¿y en las series todos tienen que decir de dónde provienen?

Pues parece ser que sí. La primera vez que me percaté fue en la sitcom The Big Bang Theory (TNT y Neox). Tengo que matizar, no es que no supiese que Howard Whollowitz (Simon Helberg) era judío, es que me fijé en la cantidad de veces que se menciona por episodio. Lo mismo con el resto del elenco: el doctor Kuzrapali (Kunal Nayyar) es un hindú de la India, Leonard Hoffstader (Johnny Galecki) viene de una familia agnóstica y Sheldon Cooper (Jim Parson) de una cristiana. Y lo sé porque en Big Bang no dejan de repetirlo.

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Una imagen vale más que mil palabras, así que ilustramos las nacionalidades con los datos del artículo del ‘Bussines Insider’

El Hollywood Diversity Report de 2016, un estudio anual llevado a cabo por el Centro para estudios afroamericanos Ralph J. Bunche de la universidad UCLA, explica que no se corresponde el porcentaje de minorías étnico raciales con las veces que se representan en las series. Tras analizar 825 series, el estudio concluye que a los blancos (white) son el 80% de las veces los protagonistas, mientras que el resto de razas y etnias se reparten en un 20%. Esto en cuanto a los canales públicos, en los de cable, el porcentaje de representación de las minorías aumenta a la escalofriante suma de 22%. Y eso que aglomeran a afroamericanos, latinos o hispanos, asiáticos y nativos americanos y de Alaska.  Todos estos grupos tuvieron el 8,1% de los roles protagonistas en la temporada 2013-14, poco teniendo en cuenta que son el 37,9% de la población de Estados Unidos.

Los primeros que analiza el Hollywood Diversity Report son los afroamericanos o black. Debido al bucle continuo al que somete Neox cada verano, es imposible no pensar en El príncipe de Bel Air o Cosas de casa cuando se habla de teleseries sobre afroamericanos. En ellas se produce lo que Perceval explica en el libro El racismo y la xenofobia, una mirada al diferente:las series para negros, con gran creación de la factoría Disney, normalizaba la existencia de una pequeña burguesía negra viviendo una vida en la que el tema racial había desaparecido y en que los blancos eran el paisaje”. No nos pongamos extremos, al fin y al cabo, es ficción del siglo pasado y las cosas han cambiado. O eso crees hasta que ves Black-ish de la ABC (parte de la compañía Disney) donde la gracia está que “los negros y los blancos mantenían ese muro invisible perfectamente asumido”. Perceval es un hombre sabio.

Otra de las sitcoms de la ABC es Fresh off the Boat o Recién Llegados (Fox Life) que intenta deshacerse de ese “muro invisible” que menciona Perceval. Recién llegados se desarrolla en los 90 cuando una familia taiwanesa se muda al oeste para encontrar fama y fortuna. No faltan los tópicos: la abuela que sólo habla chino, los padres que emigraron buscando una vida mejor y llena de libertades -a los yanquis les encanta nombrar la Libertad, sobre todo si los personajes vienen de países que son o han sido comunistas-. Y, por último, los hijos a los que les da igual Taiwán, sus tradiciones, su idioma y la madre que los trajo todos (la propia). Especialmente al mayor, él quiere ser un rapero negro.

Recién Llegados es una de las pocas series que da protagonismo a los asiáticos, un 4,4% según el Hollywood Diversity Report de 2016. Ese pequeño porcentaje deja otra joya como The Mindy Project (Cosmopolitan) con Mindy Kaling a la cabeza. Esta vez es una sitcom protagonizada por una mujer india ¡que además es la creadora! Todo un hito en la televisión estadounidense. En The Mindy Project no falta el matrimonio arreglado, el viaje de rigor a la India o el sari, pero le dan una vuelta de tuerca.

Hablando de tópicos, al principio me hacía gracia que Gloria (Sofía Vergara) de Modern Family (Fox y Neox) fuese colombiana e hiciese bromas sobre la corrupción, la droga y lo peligroso que es su país. Después de siete temporadas, chirrían los constantes recuerdos de la falta de libertad de Latinoamérica. Hay 55,4 millones de hispanos en Estados Unidos, según el último censo. Eso es un 17% de la nación, sin contar a la población ilegal y, sin embargo, su ratio en pantalla es del 5%. Y, como decía Mittel, no puede faltar el acento o el cambio al español, como en la nueva sitcom de Eva Longoria Telenovela (NBC).

sitcom étnica-insertos cine infografica 2Saliendo de las minorías infrarrepresentadas, hay que indagar dentro de la “white people”, esa que tiene el 80% de los papeles protagonistas. A simple vista, en las sitcoms son una masa indiscriminada de clase media, con trabajo y o están solteros, o tienen un promedio de dos o tres hijos. Pero si miras más de cerca, te topas con sutiles diferencias.

The Real O’ Connors (ABC) es un ejemplo de diferenciación, esta vez por religión. Los O’Connors son irlandeses y católicos. Desde el primer antepasado que puso un pie en la Isla Ellis el padre ha sido policía y la madre ama de casa. Su único oficio es parir e inculcar a sus vástagos la ira de Dios. La casa está llena de vírgenes y cristos metidos hasta en el desayuno -literal, hay tortitas con la cara de Cristo, versión libre de “el cuerpo de cristo” -, y si sale un hijo gay, como en la premisa, se proclama el apocalipsis. Gran retrato de los 39,6 millones de personas que se declaran irlandeses americanos, incluidos los 5 millones de ascendencia escocesa.

Pero no son los únicos católicos estereotipados. También están los italoamericanos. Los Soprano (HBO), que no es sitcom pero es el epítome de la “Pequeña Italia”; Melissa y Joey (AXN White y FDF), con Joe (Joey Lawrence) como italoamericano cachas, creído, religioso, fan de la pasta y de su mamma o Joey Triviani (Matt Leblanc) en Friends, igual pero uno años más viejo, son algunos ejemplos. Y si de religiones monoteístas va el tema, judíos que no falten como en Seinfield, que vuelve a emitir Movistar Plus. O Halal in the family, si hablamos de sitcoms sobre musulmanes.

Halal in the family es una miniserie de la Fox de 4 episodios protagonizada por Aasif Mandvi como padre de la familia Qu’osby. Clara queda la referencia al Show de Bill Cosby, pero con una familia musulmana. No es que se meta en muchas mareas, para eso era mucho más divertida y étnica Turc per principiants (Türkisch für Anfänger), que pudimos disfrutar aquellos que veíamos TV3. Esta vez iba de turcos en Alemania, y se hablaba de interculturalidad en una familia mixta: mitad turcos emigrados, mitad alemanes. Era machista y la historia estaba manida, pero hacía el esfuerzo de integrar y definir la masa ingente que son los “árabes” para los estadounidenses, donde tan pronto entra un qatarí, un iraquí, un marroquí o un sirio (en el mapa el color rosa define a los «árabes»).

Television and American Culture me enseñó a mirar las series estadounidenses de otra forma. Resulta que sí que se nombra la raza y la etnia de los personajes distintos, ya sean afroamericanos, asiáticos, latinos, árabes, judíos, católicos… Lo que más sorprende es que todavía se identifiquen por su ascendencia personajes que van dirigidos a las generaciones más jóvenes, esas que ya han nacido en Estados Unidos.  Esa diferenciación en una sociedad multicultural roza el racismo, igual que su estudio, aunque sea xenófilo. La integración pasa por otros derroteros, por propuestas como Familia de acogida (AXN White), que no racializa los comportamientos, sino que crea caracteres con más dimensión que la raza, la etnia o la religión a la que pertenecen.


TOM WILLIAMSON, MAIA MITCHELL, CIERRA RAMIREZ
‘Familia de acogida’ es una de las series de la ABC que integra a personajes de todas las etnias y razas

Fotografias: Canal +


 

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