El cadáver de Anna Fritz
Necrofilia minimalista Corría el año 2003 cuando Quentin Tarantino y Uma Thurman decidieron que había una nueva historia que filmar. Fue entonces cuando la segunda se enfundó el traje de […]
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Necrofilia minimalista Corría el año 2003 cuando Quentin Tarantino y Uma Thurman decidieron que había una nueva historia que filmar. Fue entonces cuando la segunda se enfundó el traje de […]
Corría el año 2003 cuando Quentin Tarantino y Uma Thurman decidieron que había una nueva historia que filmar. Fue entonces cuando la segunda se enfundó el traje de novia y se dispuso a sufrir una bajada a los infiernos desde el altar hasta el depósito de pseudocadáveres que es una sala de hospital con enfermos en coma. El festival de denigración corporal empezó con las sucesivas penetraciones balísticas y continuó con las de otro tipo, las sexuales, las de violaciones de tintes necrofílicos. Pero el macabro negocio termina cuando la novia se despierta. Hay que matar a Bill.
La opera prima de Hèctor Hernández Vicens parte de una premisa cuya similitud con el fragmento descrito de Kill Bill imposibilita que se trate de una coincidencia fortuita. El cadáver de Anna Fritz (2015) es una obra de presupuesto modesto que se desarrolla en los sótanos de un hospital. La permanente presencia de cadáveres y la soledad del que se encarga de ellos dan rienda suelta a parafilias que se desarrollan en la intimidad de la morgue. El debutante juega con los tabúes en el guion que coescribe junto a Isaac P. Creus; el dilema moral es una constante en la trama. Sin embargo, el fetiche se convierte rápidamente en thriller psicológico, por lo que una cierta convencionalidad invade al proyecto.
El autor mallorquín maneja con buen pulso la tensión de un suspense minimalista en los medios y regala planos de elocuencia narrativa y simbolismo estremecedor. La película baja enteros cuando la narración entra en los derroteros habituales del personaje en peligro que tiene que escapar para salvar el pellejo, pero en ningún momento flaquea y aguanta hasta el final, momento en el que el último giro recupera parte de ese estremecimiento inicial, responsable de los mejores momentos del film pero desatendido en su parte central.
Director: Héctor Hernández Vicens
Intérpretes: Alba Ribas, Cristian Valencia, Bernat Saumell, Albert Carbó
Género: Thriller psicológico. España, 2015
Duración: 76 minutos